Francia apaga los bostezos en la tanda de penaltis y jugará las semifinales contra España
2024-07-05
Los tambores anunciaban un partidazo. Una guerra entre Portugal y Francia. La marcha que tocaba el fondo francés guiaba a los ‘bleu’, mientras que un ritmo animado dirigió a los lusos hacia la batalla. Los ‘gallos’, frente a frente. Cristiano Ronaldo y Kylian Mbappé se miraban con admiración el uno al otro. Y entonces, el balón comenzó a rodar.
La ausencia de Cristiano Ronaldo
El primer asalto fue de tanteo. Mbappé atacaba los espacios como había prometido en la previa, pero ese plan ya lo tenía Roberto Martínez estudiado y bien enseñado a Rubén Dias y Pepe, que estuvo imperial con el francés.
En la ayuda vimos a un Cristiano invisible en ataque, que sólo tocaba balón cuando bajaba a la presión. Sólo 11 toques del luso en la primera parte, un nuevo récord. Maignan, portero de Francia, tuvo más.
Mbappé y su máscara: una historia de terror
En un contragolpe exquisito de la segunda parte entre Griezmann y Kolo Muani, ‘El Principito’ miró hacia su derecha y debió pensar “¿Y Mbappé?” La respuesta, a su espalda.
El delantero estaba tumbado en el suelo de su área, tras sufrir un golpe, y con la máscara quitada. Las alarmas del banquillo se encendieron, pero el jugador pudo continuar, no sin seguir hurgándose en el antifaz que, por otro lado, es el que le permite jugar.
Con la parsimonia en el ataque francés, la pólvora corrió por la banda. La mecha la prendió un Leao que fue pura velocidad. De sus pies salió un centro que remató Vitinha ‘al muñeco’y su rebote lo intentó cazar Cristiano de tacón, pero fue cazado por detrás y se dolió de la rodilla. Curiosamente, justo en el mismo lugar que, minutos antes, lo hizo Mbappé.
Ahí se activó Francia, que cambió de cara con la salida de un Dembélé que dinamitó esa banda derecha. Kolo Muani tuvo el primero, ayudado por un rebote de la defensa portuguesa y Camavinga se encontró un rebote a disparo del ‘Mosquito’ dentro del área. Los dos se fueron rozando el palo derecho.
Prórroga ‘cerocerista’ y sin ´un Mikel Merino´
En la prórroga el sueño apretaba mientras Francia y Portugal se dedicaban a buscarse las cosquillas con calma. Pura dosis de ‘cerocerismo’ y poco atrevimiento. Cristiano acabó esa primera parte fundido y con masajes. Mbappé ni pudo continuar: al banquillo.
Nuno Mendes, que se había retado con Kanté a ver quién tenía más pulmones de los dos, recortó a Tchouameni y Fofana en el centro del campo con una maniobra magnífica y a punto estuvo de disfrazarse de Mikel Merino para llevar a Portugal a la gloria.
‘in’ de los dos equipos, y a la ruleta de los penaltis donde Dembélé no falló; Cristiano se reivindicó; Fofana no arriesgó; Bernardo Silva la puso en la escuadra; Koundé le imitó; Joao Félix lo estrelló en el palo; Barcola lo decantó; Nuno Mendes puso esperanza y Theo Hernández sentenció.
Alegría total de una Francia que contrastaba con el poema dibujado en la cara de un Cristiano Ronaldo que ha jugado su último partido en una Eurocopa y se marcha sin marcar. Junto a su compañero Pepe se abrazó al terminar el partido. Dos leyendas que han llevado a Portugal a lo más alto.
La grada francesa, por su parte, estalló en vítores cuando el videomarcador señaló que su próximo partido sería contra España en las semifinales del próximo martes en el Allianz Arena. Partidazo.
