El París Saint-Germain arrolla en su propia casa al FC Barcelona
Con un contundente 1-4 en la ida de octavos de final de la Champions League. Un imperial Kylian Mbappé ha aparecido en uno de los templos del fútbol para reclamar el trono de Europa -y del mundo- con su primer triplete en Liga de Campeones.
2021-02-16
El partido dejó datos para la historia, como la primera victoria del PSG en el Camp Nou. El anterior equipo francés en hacerlo fue el Metz, también por 1-4, en la Recopa de 1984. Y en Champions el último equipo en hacerle cuatro al Barça en casa fue el Dinamo de Kiev en 1997, con otro ´hat trick´ de un tal Shevchenko.
El partido no desmereció al cartel previo, a pesar de las ausencias destacadas sobre todo en el PSG. Sin Di María ni Neymar, los de Pochettino fueron igualmente capaces de disputarle el balón a los de Koeman.
Suya fue la primera gran ocasión, aunque tras una pifia de Ter Stegen en la salida ante Mbappé. El Barça aceptó el envite y el duelo se convirtió en un intercambio, con otra gran ocasión de Griezmann.
Pedri cometió un error y regaló el balón al rival, pero lo enmendó luego para salvar el disparo mordido de Icardi. Ocasiones para unos y otros, pero el marcador se rompió de penalti.
Kurzawa arrolló sin querer a De Jong, pero aun sin intención era penalti claro. Messi lo transformó de un zurdazo a la escuadra con su cuarto gol en la presente Champions (minuto 27).
Dembélé tuvo la ocasión de abrir distancia, pero su tiro fue flojo a las manos de Keylor Navas. Lo lamentaría el Barça, puesto que cinco minutos después del 1-0 llegó el empate.
Un gran gol de Kylian Mbappé por la definición, recortando dentro del área pequeña, pero también por la combinación entre Kurzawa y Verratti para habilitar a la estrella parisina (minuto 32).
Con el empate siguió el intercambio, pero la mala noticia para el Barça era que por cada una de los culés llegaban dos del PSG y la tónica se mantuvo el primer cuarto de hora tras el descanso, con un Ter Stegen salvador a un disparo de Kean.
Pochettino había dado entrada a Ander Herrera por un amonestado Gueye que se jugó la segunda amarilla en los últimos minutos del primer tiempo. Koeman no lo tenía tan claro, pero debía hacer algún cambio.
Mientras lo pensaba, llegó el segundo del PSG. El recurso de los balones largos de Marquinhos reapareció para habilitar por la derecha a Florenzi, que buscó en el área pequeña el pase de la muerte a Icardi, pero a quien le llegó el balón fue a Mbappé en la grande para no perdonar (minuto 65).
Ter Stegen evitó el triplete del galo en un mano a mano posterior, pero el Barça se veía en el banquillo pues seguía sin reaccionar. Tan ensimismado que llegó el tercero sin solución de continuidad con una jugada a balón parado: falta lanzada por Paredes y rematada a placer de cabeza por Kean (minuto 70).
Koeman no encuentra la clave para frenar a Mbappé
El estadounidense de origen neerlandés se había visto desbordado una y otra vez por Mbappé y con el cambio quedó señalado.
Quedó también claro que el cambio fue para frenar la sangría que estaba provocando Mbappé por esa banda, porque el siguiente en salir fue Riqui Puig por un Gerard Piqué que reaparecía tras su lesión y que en el tiempo que estuvo trató de hacer de líder.
Tan tocado se le veía al Barça, que su mejor ocasión fue un error de Navas tratando de despejar ante la presión de Griezmann, cuyo rebote no entró en la portería.
Lo intentó Koeman con Braithwaite por Griezmann, al tiempo que Pochettino metía velocidad en el centro del campo para contrarrestar.
Y llegó con el alemán Draxler, habilitando para la llegada de Mbappé que se llevó así su triplete y por toda la escuadra izquierda de Ter Stegen (minuto 84).
Una forma de decirle a su compatriota Griezmann lo que se debe hacer para sentarse en la misma mesa que Messi y, de paso, robarle el postre.