Plan de Australia para niños en redes sociales es popular pero problemática
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Plan de Australia para niños en redes sociales es popular pero problemática


La propuesta en Australia para proteger a los niños y los adolescentes en las redes sociales es muy popular, pero choca con diversos problemas prácticos. Señalamos cuáles son.

2024-11-15

¿Cómo se puede proteger a los niños de los efectos nocivos de las redes sociales? En Australia, la respuesta parece sencilla desde el punto de vista político, pero en la práctica la solución podría ser mucho más difícil.

El plan del gobierno australiano de prohibir a los niños el uso de plataformas de redes sociales como X, TikTok, Facebook e Instagram hasta que cumplan 16 años es políticamente popular. El partido de la oposición dice que habría hecho lo mismo después de ganar las elecciones que se celebrarán dentro de unos meses si el gobierno no hubiera actuado antes.

Los líderes de los ocho estados australianos y territorios continentales respaldaron unánimemente el plan, aunque Tasmania, el estado más pequeño, habría preferido que el umbral se estableciera en 14.

Sin embargo, un grupo de expertos en los campos de la tecnología y el bienestar infantil han reaccionado con alarma. Más de 140 de ellos firmaron una carta abierta al Primer Ministro Anthony Albanese que condena el límite de edad de 16 años como "un instrumento demasiado estricto para abordar los riesgos de manera efectiva".

Los detalles de lo que se propone y cómo se implementará son escasos. Se conocerá más cuando se presente la legislación al Parlamento la semana próxima.

Un adolescente preocupado

Leo Puglisi, un estudiante de Melbourne de 17 años que fundó el servicio de transmisión en línea 6 News Australia a la edad de 11 años, lamenta que los legisladores que imponen la prohibición carezcan de la perspectiva sobre las redes sociales que los jóvenes han adquirido al crecer en la era digital.

"Con respecto al gobierno y al primer ministro, ellos no crecieron en la era de las redes sociales, no están creciendo en la era de las redes sociales, y lo que mucha gente no logra entender aquí es que, les guste o no, las redes sociales son parte de la vida diaria de las personas", dijo Leo.

"Es parte de sus comunidades, es parte de su trabajo, es parte de su entretenimiento, es donde ven contenidos; los jóvenes no escuchan la radio ni leen periódicos ni ven televisión abierta, así que no se puede ignorar. La realidad es que esta prohibición, si se implementa, es simplemente postergar el problema para cuando un joven acceda a las redes sociales", agregó Leo.

Leo ha sido aplaudido por su trabajo en línea. Fue finalista en la nominación de su estado natal, Victoria, para el premio Joven Australiano del Año, que se anunciará en enero. Su candidatura reconoce que su plataforma "fomenta una nueva generación de pensadores informados y críticos".

Madre doliente convertida en activista

Una de las defensoras de la propuesta, la activista en materia de seguridad cibernética Sonya Ryan, sabe por tragedia personal lo peligrosas que pueden ser las redes sociales para los niños.

Su hija de 15 años, Carly Ryan, fue asesinada en 2007 en el estado de Australia del Sur por un pedófilo de 50 años que se hizo pasar por un adolescente en internet. En un triste hito de la era digital, Carly fue la primera persona en Australia asesinada por un depredador en línea.

"Los niños están expuestos a pornografía dañina, reciben información errónea, hay problemas de imagen corporal, hay extorsión sexual, depredadores en línea, acoso. Hay tantos daños diferentes que deben tratar de controlar y los niños simplemente no tienen las habilidades o la experiencia de vida para poder manejarlos bien", dijo Sonya Ryan.

"El resultado de esto es que estamos perdiendo a nuestros hijos. No sólo por lo que le pasó a Carly, por su comportamiento depredador, sino también por un aumento alarmante de los suicidios de jóvenes", añadió.

Sonya Ryan forma parte de un grupo que asesora al gobierno sobre una estrategia nacional para prevenir y responder al abuso sexual infantil en Australia.

Ella apoya incondicionalmente la decisión de Australia de establecer el límite de edad para usar las redes sociales en 16 años.

"No vamos a lograr que esto sea perfecto", afirmó. "Tenemos que asegurarnos de que existan mecanismos para lidiar con lo que ya tenemos, que es una generación ansiosa y una generación de niños adictos a las redes sociales".

Una de las principales preocupaciones de los usuarios de las redes sociales de todas las edades son las posibles implicaciones que la legislación tendrá para la privacidad.

La tecnología de estimación de edad ha demostrado ser inexacta, por lo que la identificación digital parece ser la opción más probable para garantizar que un usuario tenga al menos 16 años.

Australia´s eSafety Commissioner, una oficina que se describe a sí misma como la primera agencia gubernamental del mundo dedicada a mantener a las personas más seguras en línea, ha sugerido en los documentos de planificación adoptar el papel de autenticador.

El gobierno conservaría los datos de identidad y las plataformas descubrirían a través del comisionado si el titular potencial de una cuenta tiene 16 años.

Una experta de internet escépticaTama Leaver, profesora de estudios de internet en la Universidad de Curtin, teme que el gobierno obligue a las plataformas a conservar los datos de identificación de los usuarios.

El gobierno ya ha dicho que la responsabilidad de garantizar que todos cumplan el límite de edad recaerá en las plataformas, y no en los niños o sus padres.

"El peor resultado posible parece ser aquel hacia el que el gobierno podría estar impulsando inadvertidamente, que sería que las propias plataformas de redes sociales terminaran siendo el árbitro de la identidad", dijo Leaver.

"Serían los titulares de documentos de identidad, lo que sería absolutamente terrible porque hasta ahora tienen un historial bastante pobre en lo que respecta a la conservación de datos personales", añadió.

Las plataformas tendrán un año una vez que la legislación se convierta en ley para determinar cómo se puede implementar la prohibición.

Ryan, que divide su tiempo entre Adelaida, en el sur de Australia, y Fort Worth, Texas, dijo que las preocupaciones por la privacidad no deberían impedir que se retire a los niños de las redes sociales.

"¿Cuál es el costo si no lo hacemos? Si no ponemos la seguridad de nuestros hijos por delante de las ganancias y la privacidad", preguntó.

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