Agua en el sur de Brasil baja de a poco y muestra estragos
El banco de los BRICS liberó un auxilio de USD 1.115 millones para Rio Grande do Sul y el Gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva prometió otros USD 10.000 millones más.
2024-05-15
El agua empieza a retirarse en algunas zonas del sur de Brasil y deja en evidencia los estragos de la catástrofe climática en la región, que recibirá una ayuda de más de 1.100 millones de dólares del banco de los BRICS, anunció este martes (14.04.2024) la institución.
La tragedia de dimensiones sin precedentes en el estado de Rio Grande do Sul causó la muerte de al menos 149 personas y 124 desaparecidos, según el último balance de Defensa Civil.
Más de 617.000 personas fueron evacuadas de sus hogares por las inundaciones en un total de 446 municipios, y casi 80.000 de ellas se encuentran en refugios, informaron las autoridades.
El banco de los BRICS, el grupo de economías emergentes fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, liberó un auxilio de 1.115 millones de dólares (unos 5.750 millones de reales) para Rio Grande do Sul, anunció Dilma Rousseff, presidenta de la entidad.
Los recursos serán destinados a "reconstruir la infraestructura urbana y rural" y "ayudar en la retomada de la vida de los ´gaúchos´", señaló la expresidenta brasileña en un video en la red social X.
En total, los aportes de grandes bancos multilaterales, incluyendo el Banco Mundial (BM), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), suman más de 15.600 millones de reales (unos 3.120 millones de dólares), según el Gobierno.
Mientras tanto, toneladas de donaciones continúan llegando para abastecer a las decenas de miles de habitantes alojados en refugios.
En el municipio de Cruzeiro do Sul, de unos 11.600 habitantes, el agua "pasó por encima del techo de nuestra casa", contó a la AFP Silvio Kehl, un pintor de 40 años que vive junto a su mujer y su hija de cuatro meses.
Luego de sufrir la tercera inundación allí, la familia decidió mudarse: "Vamos a abandonar este lugar antes de que ocurra algo peor", dijo.
Se pronostican caídas de temperatura
Nelson Xavier, de 61 años, contemplaba resignado los restos de su fábrica de hormigón devastada: "Fueron 30 años de trabajo, de lucha y ahora perdimos todo de un momento al otro", lamentó.
"Quisiera abrir de nuevo y tener empleados (...) pero es imposible, ya no tengo fuerzas", dijo Xavier.
En Lajeado, otra localidad del interior, también abundan los destrozos en medio del barro en zonas residenciales arrasadas por la corriente de agua tras la crecida del río Taquari y deslizamientos, constató la AFP.
La destrucción enluta al estado, que deberá reconstruir buena parte de su infraestructura. Como en Canoas, cerca de la capital Porto Alegre, donde una autopista se perdió bajo las aguas marrones. El caos se agravó en los últimos días tras nuevos desbordes provocados por las intensas lluvias.
El río Guaíba, en la capital Porto Alegre, volvió a niveles históricos y este martes llegaba a 5,21 metros; se estima que podría superar el pico de 5,35 metros alcanzado el 5 de mayo.
Las previsiones para este martes y el resto de la semana anticipan caídas significativas de la temperatura en el estado más al sur del territorio brasileño, según el Instituto Meteorológico del país.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuyo Gobierno prometió una ayuda de 50.000 millones de reales (10.000 millones de dólares) viajará el miércoles 15 de mayo por tercera vez a la zona de la catástrofe.
En el municipio de Sao Leopoldo, en la región metropolitana de Porto Alegre, hará "nuevos anuncios con foco en la recuperación del estado", informó la Presidencia.
La administración envió el lunes una propuesta al Congreso para suspender por 36 meses los pagos de la deuda de Rio Grande do Sul con el Estado brasileño, y aliviar el peso ante la tragedia.