Ataque ruso a infraestructura energética de Ucrania volvió a sacudir al país en plena temporada invernal, luego de una ofensiva aérea masiva ejecutada con drones y misiles que dejó personas fallecidas, decenas de heridos y severos daños en el sistema eléctrico nacional.
El ataque ocurrió durante la noche del 23 de diciembre y continúa siendo evaluado por las autoridades ucranianas, que confirmaron impactos en al menos 13 regiones del país. La ofensiva se produjo en un contexto especialmente sensible, a pocos días de la Navidad y en medio de conversaciones diplomáticas destinadas a poner fin al conflicto armado.
La magnitud del ataque, descrito como uno de los más intensos del año, volvió a encender las alarmas de la comunidad internacional por el riesgo que representan los bombardeos sobre infraestructuras críticas, especialmente aquellas vinculadas al suministro energético y la seguridad nuclear.
Ataque ruso, una ofensiva aérea de gran escala
De acuerdo con información oficial, las fuerzas rusas lanzaron más de 650 drones y más de treinta misiles contra distintos objetivos estratégicos en Ucrania. Esta ofensiva posiciona el ataque ruso a infraestructura energética de Ucrania como el noveno de este tipo registrado en lo que va del año.
Las alarmas antiaéreas sonaron durante horas en varias ciudades, incluida Kiev, donde la alerta se mantuvo activa por más de cuatro horas consecutivas. Equipos de emergencia trabajaron durante la madrugada para contener incendios, rescatar víctimas y restablecer servicios básicos.
Las autoridades locales confirmaron la muerte de al menos tres personas, además de múltiples heridos, mientras continúan las labores de búsqueda y evaluación de daños.
Impacto directo en el sistema eléctrico
El Ministerio de Energía de Ucrania informó que el ataque ruso a infraestructura energética de Ucrania provocó cortes eléctricos de emergencia en varias regiones del país. Las interrupciones afectaron tanto a zonas urbanas como rurales, complicando el suministro de electricidad en plena temporada de frío.
Según las autoridades, las centrales nucleares del país se vieron obligadas a reducir su potencia como medida preventiva, debido a los daños en las redes que garantizan su funcionamiento seguro.
El ministro de Energía en funciones, Artem Nekrasov, explicó que el restablecimiento total del sistema será gradual y dependerá de la rapidez con la que los técnicos puedan reparar las infraestructuras dañadas.
Advertencia sobre riesgos nucleares
Nekrasov subrayó que los ataques contra instalaciones energéticas que sostienen el funcionamiento de las centrales nucleares constituyen una grave violación de los estándares internacionales de seguridad nuclear.
El funcionario alertó que el ataque ruso a infraestructura energética de Ucrania no solo pone en riesgo a la población local, sino que representa una amenaza potencial para toda la región europea.
Ucrania instó a la comunidad internacional a no ignorar estos hechos y a reforzar la presión diplomática para evitar una catástrofe mayor.
Mensaje de Zelenski
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, denunció el ataque a través de sus redes sociales, calificándolo como una señal clara de las prioridades de Rusia.
“Un ataque justo antes de Navidad, cuando la gente solo quiere estar con sus familias, en casa y a salvo”, expresó el mandatario, al tiempo que destacó que la ofensiva ocurre en medio de negociaciones para poner fin a la guerra.
Zelenski reiteró que el ataque ruso a infraestructura energética de Ucrania busca debilitar la resistencia civil y generar presión psicológica sobre la población.
Daños humanos y materiales
Además de las víctimas mortales, decenas de edificios residenciales, instalaciones industriales y redes de distribución eléctrica resultaron dañadas por los bombardeos.
Bomberos y equipos de rescate trabajaron durante horas para sofocar incendios provocados por el impacto de misiles y drones en distintas localidades.
Las autoridades locales advirtieron que el número de víctimas podría aumentar a medida que avancen las labores de inspección.
Una estrategia repetida
Desde el inicio del conflicto, Rusia ha recurrido de manera recurrente a ataques contra infraestructura energética, especialmente durante los meses de invierno.
El ataque ruso a infraestructura energética de Ucrania responde a una estrategia orientada a debilitar la capacidad operativa del país y a generar desgaste social mediante la interrupción de servicios básicos.
Analistas señalan que este tipo de ofensivas busca presionar al Gobierno ucraniano en el plano político y diplomático.
Reacciones internacionales
Organismos internacionales y gobiernos occidentales condenaron el ataque, reiterando su apoyo a Ucrania y su preocupación por el impacto humanitario de los bombardeos.
Varios países europeos expresaron alarma por los riesgos que implican los ataques a instalaciones nucleares y energéticas, y pidieron respeto al derecho internacional humanitario.
El ataque ruso a infraestructura energética de Ucrania volvió a situar el conflicto en el centro del debate global.
El invierno como factor crítico
La ofensiva ocurre en uno de los momentos más críticos del año, cuando las bajas temperaturas incrementan la dependencia del suministro eléctrico y de calefacción.
Las autoridades ucranianas advirtieron que los cortes prolongados podrían afectar hospitales, centros de atención social y viviendas, especialmente en zonas vulnerables.
El Gobierno trabaja en planes de contingencia para mitigar el impacto del ataque ruso a infraestructura energética de Ucrania sobre la población civil.
Un conflicto sin tregua
A pesar de los esfuerzos diplomáticos, la guerra continúa sin señales claras de una tregua inmediata.
El ataque registrado demuestra que la infraestructura civil sigue siendo un objetivo estratégico, lo que agrava la crisis humanitaria.
Mientras tanto, Ucrania insiste en la necesidad de fortalecer su defensa aérea y aumentar el respaldo internacional para proteger a su población.
Información cortesía de DW
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