tormenta geomagnética en la Tierra es la expresión científica que mejor define el fenómeno que ha mantenido alterado el campo magnético del planeta durante más de 36 horas consecutivas, según confirmaron expertos del Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia.
Este evento, considerado uno de los más fuertes del año, ha puesto en alerta a observatorios, agencias climáticas y centros de monitoreo espacial en todo el mundo. La prolongada tormenta geomagnética en la Tierra no solo ha captado la atención de la comunidad científica, sino que también ha reavivado discusiones sobre la vulnerabilidad de los sistemas tecnológicos modernos ante la actividad solar extrema.
Más de 36 horas en estado de tormenta moderada a severa
La tormenta geomagnética en la Tierra comenzó exactamente a las 00:00 GMT del miércoles, cuando las partículas cargadas provenientes del Sol impactaron la magnetosfera con intensidad creciente. El índice Kp, que mide la perturbación geomagnética en una escala de 0 a 9, alcanzó valores de G4.3 y G4.7, ubicándose en el rango de “severo”, pero sin llegar a G5, la categoría extrema que inicialmente se temía.
Los científicos explican que una tormenta geomagnética en la Tierra ocurre cuando el viento solar —una corriente de plasma expulsada por el Sol— interactúa fuertemente con el campo magnético terrestre. Durante episodios como este, la radiación puede alterar comunicaciones, sistemas de navegación, satélites y redes eléctricas, además de generar auroras en latitudes inusualmente bajas.
¿Por qué esta tormenta geomagnética en la Tierra es tan importante?
De acuerdo con el investigador Serguéi Bogachev, la duración es uno de los factores que convierten este episodio en un evento notable. No es común que una tormenta geomagnética en la Tierra mantenga niveles elevados durante más de 24 horas, y en este caso se han registrado más de 36 horas de actividad continua. Aunque el índice Kp no alcanzó el nivel extremo previsto, la persistencia ha sido suficiente para generar preocupación en sectores tecnológicos y científicos.
El Laboratorio de Astronomía Solar, con sede en Rusia, indicó que la tormenta podría extenderse algunas horas más antes de desvanecerse, especialmente ahora que el óvalo auroral está desplazándose desde el hemisferio occidental hacia el oriental.
Impacto global: ¿qué efectos ha generado esta tormenta geomagnética en la Tierra?
Los efectos de una tormenta geomagnética en la Tierra pueden variar dependiendo de la intensidad, la duración y la dirección de los vientos solares. En este caso, los impactos globales han sido moderados, pero suficientes como para activar alertas temporales. Entre los fenómenos registrados se encuentran interrupciones de radio de alta frecuencia, alteraciones leves en sistemas satelitales y la presencia de auroras boreales visibles en zonas más al sur de lo habitual.
Algunas latitudes medias en América del Norte reportaron auroras atenuadas durante el punto máximo de la tormenta. Sin embargo, los expertos enfatizan que en esta fase final no se esperan auroras intensas, ya que la actividad del Sol se ha reducido en comparación con días anteriores, cuando una serie de grandes llamaradas solares activó las alarmas globales.
La tormenta geomagnética en la Tierra y su origen solar
La tormenta geomagnética en la Tierra fue desencadenada por la eyección de masa coronal (CME) proveniente de una región activa del Sol. En las últimas semanas, el Sol ha experimentado varios episodios de alta actividad, con llamaradas de clase X —las más energéticas del espectro solar— que enviaron material hacia el espacio.
Aunque la actividad solar se ha reducido en las últimas horas, los científicos aún monitorean la posibilidad de nuevas eyecciones que pudieran intensificar la tormenta geomagnética en la Tierra o generar nuevos eventos en las próximas semanas. Estamos acercándonos al pico del ciclo solar 25, una fase natural en la que aumentan las explosiones solares intensas.
Sistemas tecnológicos bajo vigilancia
Eventos como la actual tormenta geomagnética en la Tierra son un recordatorio claro de la vulnerabilidad de los sistemas tecnológicos contemporáneos. Comunicaciones por satélite, GPS, radio HF, radares e incluso redes eléctricas pueden experimentar anomalías. Aunque esta tormenta no ha provocado daños graves, las agencias espaciales y operadores de satélites han seguido protocolos preventivos.
Se han reportado interrupciones menores en sistemas de comunicación aeronáutica en Norteamérica y Europa. Algunas compañías de aviación desplazaron rutas polares para evitar interferencias. Varios satélites también ingresaron en “modo seguro”, una campaña habitual en este tipo de episodios para evitar daños en sistemas electrónicos sensibles.
Auroras desplazándose hacia Eurasia
Una de las consecuencias más visibles de una tormenta geomagnética en la Tierra es la expansión del óvalo auroral. Durante esta tormenta, el óvalo se desplazó inicialmente hacia Estados Unidos y Canadá, permitiendo que miles de personas observaran cortinas de luz en zonas que rara vez experimentan este fenómeno.
Ahora, según el Laboratorio de Astronomía Solar ruso, el óvalo está migrando hacia el hemisferio oriental, lo que implica que países como Finlandia, Suecia, Rusia y parte de Asia central podrían ver auroras durante la noche, aunque no tan intensas como las registradas al inicio del evento.
¿Qué tan peligrosa puede ser una tormenta como esta?
La actual tormenta geomagnética en la Tierra se clasifica como severa, pero no extrema. Para comprender su peligrosidad, es importante revisarla respecto a eventos históricos.
El evento más potente registrado fue la tormenta solar de Carrington (1859), que incendió estaciones telegráficas. Otro evento notable fue la tormenta de Quebec (1989), que dejó sin electricidad a millones de personas. Más recientemente, en 2003, las “Tormentas de Halloween” causaron apagones en Suecia y desactivaron 29 satélites temporalmente.
La tormenta actual no se aproxima a estos niveles, pero sí recuerda el potencial destructivo de una tormenta geomagnética en la Tierra en un mundo hiperconectado. Muchos países carecen aún de infraestructura resistente a estos fenómenos espaciales.

El Sol entra en fase de calma, pero el ciclo solar continúa
El informe más reciente indica que el Sol ha disminuido su actividad tras varios días de llamaradas intensas. Sin embargo, los astrofísicos aclaran que esto no significa que el ciclo solar vaya en retroceso. Por el contrario, nos encontramos en la fase ascendente del ciclo 25, que suele caracterizarse por altibajos y explosiones intermitentes.
La actual tormenta geomagnética en la Tierra puede ser un anticipo de fenómenos más intensos hacia 2026 y 2027, cuando se espera que el ciclo alcance su máximo. Los científicos monitorean regiones activas que podrían generar nuevas eyecciones de masa coronal dirigidas hacia nuestro planeta.
¿Qué esperar en las próximas horas?
El Laboratorio de Astronomía Solar advierte que la tormenta geomagnética en la Tierra podría continuar hasta el final de la jornada, aunque con menor intensidad. Aun así, cualquier fluctuación solar repentina podría volver a elevar el índice Kp temporalmente.
Los sistemas de monitoreo espacial de Rusia, Europa y Estados Unidos continúan emitiendo actualizaciones constantes. Las agencias recomiendan a operadores satelitales y sistemas de comunicaciones mantenerse atentos ante posibles alteraciones.
Conclusión: una señal del poder solar sobre nuestro planeta
La prolongada tormenta geomagnética en la Tierra confirma que, pese a los avances tecnológicos, nuestra civilización sigue profundamente influenciada por la actividad solar. Eventos como este sirven para reforzar la importancia de la vigilancia espacial, la modernización de infraestructuras eléctricas y la planificación global ante fenómenos de alto impacto.
Aunque esta tormenta no alcanzó niveles extremos, su duración y amplitud la colocan como un recordatorio de que el clima espacial es una variable determinante para la estabilidad tecnológica y científica de nuestro tiempo. La observación constante del Sol es hoy una necesidad estratégica para gobiernos, universidades y agencias de seguridad.
Información cortesía de RT.
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