La Ruta Cito-Zarco de Guatemala, una de las principales arterias de conexión entre la Costa Sur y el occidente del país, se ha convertido nuevamente en tema de debate nacional. Empresarios, transportistas y vecinos de la región exigieron al Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV) una reparación urgente ante el deterioro progresivo de la carretera, mientras las autoridades aseguran que ya se implementa un plan técnico de rehabilitación.
El titular del CIV, Fernando Suriano, informó que el ministerio destinará Q150 millones en la primera fase de intervención de la Ruta Cito-Zarco Guatemala, priorizando los tramos más afectados entre los kilómetros 194 y 205, donde se registran hundimientos, baches profundos y desprendimientos de material debido a las lluvias recientes. “No estamos ignorando la situación, estamos actuando con responsabilidad técnica y presupuestaria”, afirmó.
Una ruta estratégica para la economía nacional
La Ruta Cito-Zarco Guatemala conecta los departamentos de Suchitepéquez, Retalhuleu y Quetzaltenango, y constituye un eje fundamental para el transporte de mercancías agrícolas, industriales y turísticas. Su deterioro ha provocado un aumento de los costos logísticos y pérdidas económicas para empresas que dependen de esta vía para distribuir sus productos hacia la capital y los puertos.
De acuerdo con la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), más del 40 % de la carga que circula por la región utiliza este corredor. “Cada día que la carretera sigue en mal estado, se pierden miles de quetzales en combustible, mantenimiento vehicular y retrasos de entrega”, expresó Javier Zepeda, director ejecutivo de la CIG.
El reclamo del sector productivo y de los transportistas
El mal estado de la Ruta Cito-Zarco Guatemala ha generado múltiples protestas en los últimos meses. Asociaciones de transportistas advirtieron que, si no hay soluciones concretas, podrían paralizar el tránsito en señal de protesta. “Llevamos años denunciando el abandono de la ruta y los accidentes que causa. Necesitamos obras, no promesas”, manifestó Carlos Mejía, representante de la Gremial de Transportistas Pesados.
Comerciantes locales y comunidades cercanas también se sumaron al reclamo, denunciando que los daños en la vía afectan el acceso a servicios básicos, escuelas y hospitales. En varios tramos, los automovilistas deben circular por un solo carril, lo que genera embotellamientos y eleva el riesgo de accidentes.
Respuesta del Ministerio de Comunicaciones
El ministro Fernando Suriano confirmó que ya se trabaja en la fase de diseño del proyecto de rehabilitación integral. “La intervención en la Ruta Cito-Zarco Guatemala incluirá la reconstrucción del sistema de drenajes, la reposición de la carpeta asfáltica y la estabilización de taludes. No se trata de un parche, sino de una solución estructural”, enfatizó.
El funcionario añadió que el CIV ha solicitado apoyo técnico al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) para financiar la segunda fase del proyecto, que abarcará los tramos restantes hacia la frontera con México. “Queremos una obra duradera que garantice seguridad vial y desarrollo regional”, aseguró.
Supervisión y control de calidad
El CIV anunció que, a diferencia de administraciones anteriores, los contratos de la Ruta Cito-Zarco Guatemala contarán con mecanismos de supervisión independiente y control de calidad. Para ello, se integrará una mesa técnica con participación del Colegio de Ingenieros, la Contraloría General de Cuentas y representantes de la sociedad civil.
El viceministro Juan Carlos Méndez explicó que este modelo busca evitar la corrupción y el abandono de obras a medio camino. “El problema no solo fue la falta de mantenimiento, sino también la mala ejecución de contratos. Esta vez habrá responsabilidad compartida y vigilancia ciudadana”, afirmó.
Reacciones del sector empresarial
La Cámara del Agro (CAMAGRO) y la Asociación Guatemalteca de Exportadores (AGEXPORT) celebraron el anuncio del CIV, pero insistieron en la necesidad de acelerar los plazos. “El país no puede permitirse demoras; la competitividad depende de una infraestructura moderna y segura”, expresó María Fernanda Morales, representante de AGEXPORT.
Ambos gremios reiteraron que la Ruta Cito-Zarco Guatemala es vital para el comercio de productos agrícolas, especialmente café, banano, caña y hule, que se transportan hacia los puertos de San José y Quetzal. Además, destacaron que la reparación beneficiará directamente a más de 500 mil habitantes de la región sur-occidental.
Impacto social y regional
Más allá de la economía, la reparación de la Ruta Cito-Zarco Guatemala tendrá un impacto directo en la vida cotidiana de miles de personas. Comunidades rurales dependen de esta vía para trasladar productos, acceder a servicios y mantener la comunicación entre municipios. “El deterioro ha provocado accidentes y pérdidas humanas; es un tema de seguridad y dignidad”, aseguró el alcalde de Retalhuleu, Mario Castillo.
El proyecto también contempla la generación de al menos 3 mil empleos directos y 7 mil indirectos durante su ejecución, lo que contribuirá a dinamizar la economía local y reducir los índices de desempleo.
Fiscalización ciudadana y compromiso institucional
Organizaciones como Acción Ciudadana y la Fundación para el Desarrollo (FUNDESA) pidieron al CIV publicar los avances del proyecto en portales de transparencia. “Queremos ver licitaciones limpias, cronogramas públicos y contratos auditables. Es la única manera de recuperar la confianza en la obra pública”, dijo Eduardo Hernández, analista de FUNDESA.
El ministerio respondió que todos los documentos relacionados con la Ruta Cito-Zarco Guatemala estarán disponibles en línea, incluyendo planos, cronogramas, costos y proveedores. “La ciudadanía será parte activa de la supervisión”, reiteró Suriano.
Una deuda histórica con la infraestructura nacional
Guatemala enfrenta un déficit de infraestructura estimado en más de Q90 mil millones, según la Asociación de Ingenieros Civiles. La Ruta Cito-Zarco Guatemala es solo una muestra del rezago acumulado por años de abandono, corrupción y falta de planificación. Sin embargo, el actual proyecto busca revertir esa tendencia con un enfoque de desarrollo sostenible.
El Gobierno señaló que los nuevos contratos incluirán cláusulas ambientales y sociales, con obligación de reforestación y mitigación de impactos durante la construcción. “Queremos carreteras que duren, pero también que respeten el entorno y beneficien a las comunidades”, subrayó el ministro Suriano.
La Ruta Cito-Zarco Guatemala se perfila como un símbolo del compromiso entre Estado, sector privado y ciudadanía para construir un país más conectado y competitivo. Su reparación no solo representa una mejora vial, sino una oportunidad para impulsar el desarrollo regional y devolverle confianza a la infraestructura pública del país.
Para más información en Nuevo Mundo



