Las deportaciones desde Estados Unidos se mantienen en niveles elevados. Más de 33 mil guatemaltecos han sido retornados en lo que va de 2025, según datos del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM). El Gobierno impulsa programas de reinserción laboral y apoyo social, mientras organizaciones piden atender las causas estructurales de la migración.
Una cifra que sigue creciendo de deportaciones desde Estados Unidos
El Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) confirmó que entre enero y septiembre de 2025 se han registrado 33,247 deportaciones desde Estados Unidos. La cifra, aunque menor que la del año anterior, refleja la persistencia de la migración irregular y los desafíos que enfrenta el país para brindar oportunidades a los retornados.
Los vuelos de retorno llegan semanalmente al aeropuerto internacional La Aurora, donde el IGM y el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINEX) coordinan la recepción de los migrantes. De acuerdo con las estadísticas oficiales, la mayoría de los retornados son hombres jóvenes entre 18 y 35 años, provenientes de los departamentos de Huehuetenango, San Marcos, Quiché, Alta Verapaz y Chiquimula.
“Cada vuelo representa una historia de lucha y sacrificio. Muchos migraron buscando mejores condiciones de vida y hoy regresan con deudas y pocas oportunidades”, explicó Stuart Rodríguez, director del IGM.
El impacto social y económico por deportaciones desde Estados Unidos
Las deportaciones desde Estados Unidos tienen un fuerte impacto en la economía familiar. Muchos migrantes habían dejado deudas por el pago a coyotes o préstamos comunitarios. Al regresar sin recursos, enfrentan un proceso difícil de reintegración laboral. El economista Hugo Maul, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), señaló que “cada deportado representa una pérdida de ingresos potenciales para su familia y para el país”.
Guatemala recibe anualmente más de 18 mil millones de dólares en remesas familiares, lo que representa casi el 20% del PIB. Sin embargo, el retorno forzado de migrantes podría afectar ese flujo en los próximos años si las deportaciones continúan aumentando.
Programas de apoyo del Gobierno
El Gobierno guatemalteco, a través del MINEX y el Ministerio de Trabajo y Previsión Social, ha implementado programas de apoyo para los retornados, incluyendo capacitaciones laborales, atención psicológica y vinculación con empresas locales.
“Estamos trabajando en una política integral de reinserción, porque los migrantes no solo regresan sin empleo, sino también con traumas emocionales”, declaró la vicecanciller Karina Meza. El programa “Reinicio Digno”, lanzado este año, busca ofrecer alternativas de emprendimiento a los retornados mediante créditos blandos y asesoría empresarial.
Hasta septiembre, más de 2,300 guatemaltecos retornados se han beneficiado de estos programas, especialmente en los departamentos fronterizos. Sin embargo, organizaciones sociales advierten que los recursos siguen siendo insuficientes.
Condiciones de los vuelos de retorno
Los vuelos de deportaciones desde Estados Unidos llegan tres veces por semana a la capital. Cada avión transporta entre 120 y 140 personas. El personal del IGM, del Ministerio de Salud y de la Secretaría de Bienestar Social recibe a los migrantes, realiza controles médicos y entrega kits de alimentación y transporte hacia sus comunidades.
Algunos migrantes llegan esposados o con medidas de seguridad, lo que ha generado críticas de organizaciones humanitarias. “La forma en que se realizan las deportaciones sigue siendo inhumana. Se necesita un trato digno y coordinado”, expresó Claudia López, del grupo Migrantes Unidos.
Historias de retorno
Entre los deportados hay hombres, mujeres y menores de edad. Muchos habían intentado cruzar el territorio mexicano para llegar al sueño americano. Pedro García, de 28 años, originario de Totonicapán, relató que vendió su terreno para pagar 60 mil quetzales a un coyote, pero fue detenido en Texas. “Me siento derrotado, pero quiero trabajar aquí si me dan oportunidad”, dijo al bajar del avión.
Casos como el de Pedro son comunes. Más del 70% de los migrantes retornados afirman que volverían a intentar emigrar si las condiciones económicas no mejoran, según una encuesta de la OIM (Organización Internacional para las Migraciones).
Niños y adolescentes deportados
El retorno de menores no acompañados es una de las situaciones más delicadas. El IGM registró 3,280 niños y adolescentes deportados en lo que va del año, muchos de ellos sin familiares en el país. La Secretaría de Bienestar Social coordina su atención temporal en albergues mientras se localiza a sus familias.
“Estos niños enfrentan riesgos de abandono, violencia o reemigración. Se necesita un acompañamiento integral”, explicó la defensora de la niñez Norma Escobar de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH).
Perspectiva de Estados Unidos en deportaciones desde Estados Unidos
El Gobierno estadounidense mantiene su política de deportaciones como parte de su estrategia para reducir la migración irregular. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) informó que en los primeros nueve meses del año fiscal 2025 se detuvieron a más de 230 mil guatemaltecos en la frontera sur, la mayoría por ingreso ilegal.
“Seguiremos aplicando las leyes de inmigración vigentes. Los migrantes que crucen de manera irregular serán retornados”, advirtió un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Reacciones internacionales
El Consulado de Guatemala en Houston y otras sedes diplomáticas han solicitado mejorar los procesos de notificación y garantizar que las deportaciones se realicen con respeto a los derechos humanos. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la ONU también han pedido a ambos países reforzar los programas de reintegración.
“No se trata solo de deportar, sino de acompañar el retorno. La migración es un fenómeno humano, no solo administrativo”, declaró Marcela Suazo, representante de OIM en Guatemala.
El reto de la reinserción
Para muchos retornados, el desafío comienza al llegar al país. La falta de empleo, la discriminación y la falta de acceso a crédito complican su reintegración. Algunos regresan a comunidades que sufren pobreza extrema y violencia.
“Regresar no siempre significa volver a casa. Algunos encuentran rechazo o desconfianza”, comentó Carolina Méndez, psicóloga del programa de apoyo a migrantes. Por eso, los expertos recomiendan combinar apoyo económico con programas de salud mental, especialmente para quienes sufrieron detenciones o separaciones familiares durante su estancia en EE. UU.
El papel de las remesas
Pese al aumento de las deportaciones desde Estados Unidos, las remesas continúan siendo un pilar fundamental de la economía guatemalteca. Según el Banco de Guatemala, los envíos de dinero crecieron un 7% durante el primer semestre de 2025. Sin embargo, los expertos advierten que esa tendencia podría frenarse si las deportaciones masivas continúan.
“Las remesas sostienen el consumo y el bienestar de millones de familias. Si bajan, habrá impacto directo en la economía local”, afirmó el economista Luis Linares.
Conclusión
Las deportaciones desde Estados Unidos representan uno de los mayores desafíos sociales y económicos para Guatemala. Aunque el Gobierno ha implementado políticas de reinserción y cooperación internacional, la raíz del problema sigue siendo la falta de empleo, seguridad y oportunidades. La migración no se detiene con fronteras, sino con desarrollo y esperanza en el propio país. El reto está en construir un futuro donde ningún guatemalteco tenga que migrar por necesidad.
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