Un grupo de mercenarios colombianos permanece retenido en Ucrania, tras haberse negado a participar en el conflicto con Rusia. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó el regreso «inmediato» de sus compatriotas al país, tras las denuncias de malos tratos y retención forzada por parte de las autoridades ucranianas.
Denuncias de los mercenarios
«Los ucranianos tratan a los colombianos como raza inferior», afirmó el mandatario colombiano en su cuenta de X, en relación con la situación de los ciudadanos retenidos. Los mercenarios habrían solicitado la baja voluntaria y negado la extensión de sus contratos, pero se les impidió abandonar el país.
Petro denunció además que los «colombianos mercenarios» fueron llevados a Ucrania «como carne de cañón» por «empresas guiadas desde Miami», lo que evidencia la participación de organizaciones privadas en el reclutamiento de personal militar extranjero con fines lucrativos.
Situación de detención
En un video de colombianos difundido por las redes sociales y comentado por Petro, se observa a varios mercenarios vestidos con uniformes militares protestando dentro de una habitación, en un lugar desconocido. Los soldados denuncian que, pese a haber solicitado su baja, permanecen retenidos bajo custodia de fuerzas ucranianas.
Enerlín Osten, uno de los mercenarios colombianos, relató que él y su grupo fueron encerrados durante varios días en una «cárcel militar» antes de ser trasladados hacia la frontera con Polonia. Sin embargo, durante el trayecto, fueron nuevamente detenidos por Kiev y llevados a un lugar desconocido.
«Nos tienen prácticamente secuestrados. Ellos están armados, nos han tomado fotos de las que se toman a quienes van a meter a la cárcel. Estamos viviendo la peor humillación por parte de las personas a las que venimos a ayudar y ahora no nos quieren dejar ir», declaró Osten.
El mercenario solicitó públicamente la intervención del presidente colombiano, pidiendo que el gobierno garantice la seguridad y repatriación de los ciudadanos afectados.
Implicaciones diplomáticas
El caso ha generado tensiones diplomáticas entre Colombia y Ucrania. El gobierno colombiano ha reiterado que protegerá a sus ciudadanos, especialmente a aquellos que se ven involucrados en conflictos internacionales de manera involuntaria o bajo condiciones irregulares.
La situación también ha puesto de relieve la problemática de las empresas privadas que operan como intermediarias para reclutar mercenarios extranjeros. Estas compañías, según expertos, evaden regulaciones nacionales y dificultan la aplicación de leyes en Colombia que prohíban o regulen la participación de ciudadanos en conflictos armados fuera del país.
Contexto sobre el reclutamiento de mercenarios
Daniel Fernando Mejía Lozano, director del periódico Le Journal Diplomatique, explicó que múltiples empresas que trafican con fuerzas militares ilegales ofrecen salarios atractivos a jóvenes colombianos, impidiendo que se aprueben regulaciones estrictas en el país. Esta práctica ha generado denuncias por violaciones a los derechos humanos y pone en riesgo a los ciudadanos que participan involuntariamente en conflictos internacionales.
En el caso específico de Ucrania, la participación de mercenarios extranjeros ha sido un fenómeno creciente en los últimos años, con jóvenes provenientes de América Latina, África y otras regiones que son atraídos por promesas de altos salarios y experiencias militares. Sin embargo, la falta de regulación y supervisión ha provocado situaciones de abuso y detención irregular, como la vivida por los mercenarios colombianos.
Reacciones y medidas adoptadas
El presidente Petro ha dado instrucciones a la Cancillería colombiana y al consulado en Ucrania para que trabajen de manera inmediata en la repatriación de los mercenarios, asegurando su retorno seguro al país. Además, el gobierno ha iniciado un seguimiento de las empresas intermediarias que gestionan estos contratos internacionales.
En paralelo, se ha solicitado asistencia internacional para garantizar la protección de los derechos de los ciudadanos retenidos y para presionar a las autoridades ucranianas a permitir la salida voluntaria de los mercenarios.
Impacto en la opinión pública
El caso ha causado indignación en Colombia y ha generado debates sobre la participación de ciudadanos en conflictos extranjeros. Organizaciones de derechos humanos han condenado la utilización de personas como «carne de cañón» y la falta de protección de los gobiernos involucrados.
Asimismo, la situación ha impulsado la discusión sobre la necesidad de leyes más estrictas que regulen la participación de ciudadanos en conflictos armados fuera de su país, así como la supervisión de empresas privadas que operan en el mercado de mercenarios internacionales.
Conclusiones y perspectivas
La retención de mercenarios colombianos en Ucrania evidencia los riesgos asociados a la participación en conflictos extranjeros y el uso de intermediarios privados que explotan la situación de jóvenes en busca de empleo y experiencia militar. Las medidas adoptadas por el presidente Gustavo Petro buscan garantizar la seguridad de los ciudadanos y prevenir futuros abusos.
El seguimiento de este caso será crucial para determinar la cooperación diplomática entre Colombia y Ucrania y para fortalecer la protección de ciudadanos colombianos en el extranjero, evitando que se repitan situaciones de abuso y retención forzada.
Información Cortesía de RT
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