El Fenómeno de La Niña en Guatemala ha intensificado la temporada de lluvias y, de acuerdo con el Insivumeh, estas podrían prolongarse hasta diciembre. La situación genera preocupación en comunidades vulnerables, agricultores y autoridades que enfrentan ya inundaciones y daños en infraestructura.
¿Qué es el Fenómeno de La Niña?
El Fenómeno de La Niña en Guatemala se relaciona con un enfriamiento anómalo en las aguas del océano Pacífico ecuatorial. Este fenómeno altera los patrones de circulación atmosférica y provoca, en países como Guatemala, un incremento en las lluvias. A diferencia de El Niño, que suele causar sequías en Centroamérica, La Niña intensifica los temporales y prolonga las temporadas húmedas.
En 2025, el Insivumeh confirmó que los indicadores oceánicos y atmosféricos muestran una persistencia de este fenómeno, lo que implica riesgos adicionales para el país.
Lluvias más allá de lo normal
El pronóstico indica que el Fenómeno de La Niña en Guatemala prolongará las precipitaciones hasta diciembre, cuando normalmente la temporada lluviosa termina en octubre. Esto significa al menos dos meses adicionales de lluvias, con el consecuente riesgo de inundaciones, deslaves y daños en áreas urbanas y rurales.
El director del Insivumeh explicó que el acumulado de agua en suelos ya saturados incrementa la posibilidad de desastres. “Cada tormenta, aunque no sea de gran intensidad, puede causar estragos porque los suelos ya no absorben más agua”, advirtió.
Impacto en la agricultura
El sector agrícola es uno de los más afectados por el Fenómeno de La Niña en Guatemala. Maíz, frijol y café, principales cultivos de subsistencia y exportación, enfrentan riesgos de pérdida por exceso de humedad. En áreas de la Costa Sur y el altiplano, campesinos reportan campos encharcados y plagas favorecidas por la humedad constante.
Las organizaciones campesinas alertan que, de no tomarse medidas de apoyo, podría haber escasez de granos básicos a inicios de 2026. El café, principal producto de exportación agrícola, también sufre con la proliferación de hongos como la roya.
Comunidades vulnerables
El Fenómeno de La Niña en Guatemala golpea con mayor dureza a comunidades asentadas en laderas, barrancos y riberas de ríos. Municipios de Alta Verapaz, Izabal, Escuintla y Quiché ya reportan daños en viviendas y carreteras. En la capital, barrios cercanos a barrancos están bajo constante vigilancia debido al riesgo de deslaves.
Protección Civil ha activado albergues temporales y recomienda a las familias tener mochilas de emergencia con agua, alimentos no perecederos y documentos importantes.
Daños en infraestructura
La infraestructura nacional, ya debilitada, es otra víctima del Fenómeno de La Niña en Guatemala. Carreteras destruidas, puentes colapsados y cortes de energía eléctrica afectan la movilidad y la economía. El Ministerio de Comunicaciones reconoce que la temporada ha generado cientos de reportes de derrumbes y tramos intransitables, especialmente en rutas hacia el occidente del país.
Salud pública en riesgo
Con las lluvias prolongadas, también aumenta el riesgo de enfermedades. El Fenómeno de La Niña en Guatemala favorece la proliferación de mosquitos transmisores de dengue, zika y chikungunya. Además, la humedad excesiva incrementa las infecciones respiratorias y gastrointestinales, sobre todo en niños y ancianos.
El Ministerio de Salud ha intensificado las campañas de prevención, distribuyendo mosquiteros, vacunas y kits de higiene en áreas vulnerables.
Comparación histórica
El Fenómeno de La Niña en Guatemala no es nuevo. En 2010, lluvias intensas vinculadas a este fenómeno dejaron más de 150 muertos y miles de damnificados. En 2020, otro episodio severo provocó inundaciones que afectaron principalmente a Izabal y Alta Verapaz. Estos antecedentes muestran que La Niña puede ser devastadora si no se toman medidas preventivas.
Impacto económico
Las pérdidas económicas por el Fenómeno de La Niña en Guatemala pueden alcanzar millones de quetzales. La infraestructura dañada, la caída en la producción agrícola y la necesidad de atender emergencias humanitarias incrementan el gasto público. Además, el turismo, un sector clave en el país, se ve afectado por la cancelación de viajes debido a carreteras bloqueadas y riesgos climáticos.
La respuesta del gobierno
El gobierno ha anunciado la activación de protocolos de emergencia y la coordinación entre ministerios para atender los efectos del Fenómeno de La Niña en Guatemala. Sin embargo, organizaciones sociales cuestionan la falta de prevención y la lentitud en las respuestas. Muchos consideran que las medidas suelen llegar tarde, cuando las comunidades ya han sufrido pérdidas irreversibles.
La importancia de la educación climática
Expertos señalan que uno de los grandes retos es educar a la población sobre fenómenos como La Niña. Entender cómo funciona el Fenómeno de La Niña en Guatemala permite a las comunidades tomar decisiones más seguras, como evitar asentarse en zonas de riesgo o preparar planes familiares de evacuación.
Comparación regional
Otros países de Centroamérica también están bajo alerta. Honduras, El Salvador y Nicaragua enfrentan condiciones similares, con inundaciones y pérdidas agrícolas. En este sentido, el Fenómeno de La Niña en Guatemala forma parte de un patrón regional que requiere cooperación internacional para mitigar los daños.
La ciencia y el cambio climático
Los científicos advierten que el cambio climático puede intensificar fenómenos como La Niña. El calentamiento global altera los ciclos oceánicos y atmosféricos, lo que hace más frecuentes y extremos los eventos climáticos. Así, el Fenómeno de La Niña en Guatemala se convierte en un desafío no solo coyuntural, sino también estructural para el futuro.
Testimonios de familias
“Mi milpa está bajo agua desde hace dos semanas, y no sé qué vamos a comer el próximo año”, relató Juan, campesino de Alta Verapaz. Historias como esta reflejan cómo el Fenómeno de La Niña en Guatemala impacta directamente en la seguridad alimentaria de miles de familias.
En la capital, Ana, madre de tres niños, comentó: “Vivimos cerca de un barranco y cada lluvia fuerte sentimos que la casa se puede venir abajo. No dormimos tranquilos”.
El papel de la cooperación internacional
Ante los daños recurrentes, Guatemala ha solicitado apoyo a organismos internacionales como la ONU y la Cruz Roja. La Fenómeno de La Niña en Guatemala es considerado un asunto de seguridad humana que requiere financiamiento para infraestructura resiliente, programas de prevención y asistencia a las familias afectadas.
Conclusión
El Fenómeno de La Niña en Guatemala representa un reto multidimensional: afecta la agricultura, la economía, la salud, la educación y la infraestructura. Aunque no es posible detenerlo, sí se pueden reducir sus impactos con políticas preventivas, educación comunitaria y cooperación internacional. El reto está en convertir cada crisis en una oportunidad para fortalecer la resiliencia del país.
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