La temporada de invierno ha dejado hasta el momento 52 muertos por lluvias en Guatemala, según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED). Además, miles de familias han resultado afectadas, viviendas dañadas y carreteras colapsadas en distintos departamentos. El fenómeno refleja la vulnerabilidad del país frente al cambio climático y la falta de infraestructura resiliente.
Un balance doloroso
El reporte más reciente de la CONRED confirma que las lluvias de 2025 han provocado 52 muertos por lluvias en Guatemala. Los decesos se registraron principalmente en áreas rurales, donde deslaves, inundaciones y derrumbes alcanzaron viviendas y carreteras.
Además, se reportan más de 300 mil personas afectadas, entre damnificados, evacuados y albergados temporalmente en centros comunitarios. La cifra crece cada semana, conforme el invierno avanza.
Departamentos más afectados
Los muertos por lluvias en Guatemala se concentran en departamentos como Alta Verapaz, Huehuetenango, Quiché, Izabal y Escuintla. Estas zonas presentan alta vulnerabilidad debido a su geografía montañosa y la precariedad de la infraestructura.
- Alta Verapaz: múltiples comunidades incomunicadas por derrumbes.
- Huehuetenango: crecidas de ríos afectaron puentes y cultivos.
- Izabal: inundaciones en aldeas cercanas al río Motagua.
- Escuintla: correntadas dañaron viviendas y rutas hacia la costa sur.
Impacto en infraestructura
Las lluvias han destruido tramos carreteros clave, dificultando el transporte de alimentos y medicinas. La Dirección General de Caminos estima que más de 40 carreteras presentan daños severos. Varios puentes han colapsado, lo que prolonga el aislamiento de comunidades afectadas.
Esta situación incide directamente en la economía, ya que los retrasos en transporte elevan costos y reducen el abastecimiento de productos básicos.
El desafío de los albergues
Miles de guatemaltecos han tenido que abandonar sus hogares y trasladarse a albergues habilitados por la CONRED y las municipalidades. Sin embargo, las condiciones en estos espacios son precarias: falta agua potable, insumos médicos y camas suficientes.
Expertos advierten que la saturación de albergues puede provocar brotes de enfermedades respiratorias y gastrointestinales, lo que agrava la emergencia de los muertos por lluvias en Guatemala.
Respuesta del gobierno
El gobierno declaró alerta roja institucional para movilizar recursos y atender la crisis. Se han desplegado brigadas militares y de la Policía Nacional Civil para apoyar en evacuaciones y entrega de víveres. El presidente Arévalo aseguró que se destinarán fondos de emergencia para rehabilitar caminos y reforzar muros de contención.
“La prioridad es salvar vidas y atender a las comunidades más vulnerables. No escatimaremos recursos para enfrentar la emergencia”, afirmó el mandatario.
Factores del cambio climático
Meteorólogos explican que el aumento de la intensidad de las lluvias se relaciona con el cambio climático y fenómenos como El Niño y La Niña. Guatemala, al ser un país con alta exposición geográfica y deforestación crítica, sufre cada año más muertes y pérdidas económicas por fenómenos naturales.
La falta de planificación urbana y la ocupación de áreas de riesgo también incrementan el número de muertos por lluvias en Guatemala.
Prevención pendiente
Organizaciones sociales señalan que, pese a los constantes reportes de tragedias, la inversión en prevención sigue siendo baja. Reubicación de comunidades en zonas de riesgo, construcción de drenajes pluviales y reforzamiento de taludes son acciones que suelen quedarse en promesas sin cumplir.
Sin una política de prevención sólida, cada temporada de invierno deja un nuevo saldo de muertos por lluvias en Guatemala.
La voz de las comunidades
En aldeas de Huehuetenango y Alta Verapaz, líderes comunitarios expresaron que llevan años solicitando obras de protección sin obtener respuesta. “Sabemos que vivimos en zona de riesgo, pero no tenemos a dónde ir”, declaró un vecino de San Pedro Carchá, afectado por deslaves recientes.
Conclusión
El reporte de 52 muertos por lluvias en Guatemala en la temporada 2025 refleja la fragilidad del país frente a fenómenos climáticos extremos. La respuesta inmediata es crucial para salvar vidas, pero el reto mayor está en la prevención, la inversión en infraestructura resiliente y la reducción de la vulnerabilidad social. Sin estos cambios estructurales, las tragedias seguirán repitiéndose año tras año.
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