500 millones en fábrica de IA en Armenia
Nvidia, uno de los gigantes tecnológicos más influyentes en el mundo de la inteligencia artificial y la computación de alto rendimiento, ha anunciado una inversión estratégica de 500 millones de dólares para construir una fábrica de IA en Armenia. Este movimiento no solo representa un impulso para la nación caucásica, sino que también se convierte en un tema de relevancia global por su impacto en la industria tecnológica, la economía regional y la competencia geopolítica en torno a la innovación digital.
La decisión estratégica de Nvidia
La localidad de Hankavan, cercana a Ereván, capital de Armenia, ha sido seleccionada como una de las zonas vinculadas al proyecto debido a su cercanía a centros de talento y su accesibilidad energética. El acuerdo involucra la colaboración con Firebird, una empresa estadounidense de tecnología, y el Gobierno de Armenia.
El centro de datos de IA utilizará miles de unidades de procesamiento gráfico (GPU) de última generación, especialmente de la serie Blackwell, desarrollada por Nvidia. Estas tarjetas permiten procesar grandes volúmenes de información y transformarlos en tokens listos para alimentar sistemas de aprendizaje automático y modelos de lenguaje avanzado.
¿Por qué Armenia?
Armenia no es el primer país que se viene a la mente cuando se habla de hubs tecnológicos globales. Sin embargo, en la última década, la nación ha demostrado un notable crecimiento en el sector TI. Con más de 1.200 empresas tecnológicas activas y un volumen de facturación que alcanzó los 2.300 millones de dólares en 2024, el país se ha posicionado como un jugador emergente en la región.
Además, Armenia cuenta con ventajas clave: energía nuclear barata, mano de obra calificada y una diáspora activa que aporta conocimiento y financiamiento. Este contexto ha permitido que Nvidia vea a Armenia como un lugar ideal para su expansión en Eurasia.
Ventaja competitiva y talento local
De acuerdo con Tigran Ishkhanyan, investigador y desarrollador de software, el proyecto será un punto de inflexión para Armenia, ya que demandará la contratación de ingenieros y especialistas en inteligencia artificial. Programas como los organizados por la Fundación para la Ciencia y la Tecnología de Armenia o el Centro TUMO han preparado a jóvenes en habilidades digitales durante más de una década.
Esto significa que gran parte de los profesionales que participarán en la fábrica de IA provendrán de estas iniciativas educativas. En palabras de Pegor Papazian, director de desarrollo del TUMO, la inversión de Nvidia es una señal de que Armenia está lista para dar un salto tecnológico y convertirse en un referente regional.
Ganadores y perdedores en la carrera de la IA
Según un informe de la ONU en 2024, los países en desarrollo corren el riesgo de quedarse rezagados en la carrera tecnológica global, ya que la mayoría de las fábricas de IA se construyen en países ricos. Armenia busca romper con esta tendencia y convertirse en un caso de éxito que muestre cómo una nación de recursos limitados puede insertarse en el mapa global de la inteligencia artificial.
La instalación en Armenia aprovechará el excedente de energía de la única planta nuclear del país, lo cual reduce los costos operativos y asegura un suministro constante. Esto representa una ventaja competitiva frente a otros centros de datos que dependen de electricidad más cara y contaminante.
Impacto económico esperado
Se estima que el proyecto generará miles de empleos directos e indirectos, además de impulsar el crecimiento de pequeñas y medianas empresas locales que proveerán servicios y soluciones complementarias. Asimismo, se proyecta que la fábrica de IA atraerá inversión extranjera directa, posicionando a Armenia como un hub regional en tecnologías emergentes.
Otro beneficio clave será el fortalecimiento del ecosistema emprendedor. Startups armenias tendrán acceso a infraestructura de cómputo avanzada, algo que hasta ahora solo estaba disponible en países con grandes recursos financieros.
Repercusiones geopolíticas
El anuncio de Nvidia no solo tiene implicaciones económicas, sino también geopolíticas. Armenia, que históricamente ha dependido de alianzas estratégicas para su estabilidad, puede ganar mayor relevancia internacional al convertirse en un polo tecnológico. Esto podría equilibrar su posición en medio de las tensiones con Azerbaiyán y la influencia de potencias como Rusia, China y EE.UU..
La fábrica también refuerza la presencia de empresas estadounidenses en la región, enviando un mensaje de que Occidente sigue apostando por Armenia como socio estratégico en innovación.
Retos y riesgos
No obstante, el proyecto enfrenta desafíos importantes. El alto consumo de energía y agua que requieren las fábricas de IA podría tensionar los recursos del país. Además, existe el riesgo de fuga de talento, ya que profesionales altamente capacitados podrían ser atraídos por empresas extranjeras.
También está la incertidumbre política y geopolítica de Armenia, que ha atravesado conflictos bélicos recientes. La estabilidad será clave para que Nvidia logre consolidar su inversión a largo plazo.
Un futuro prometedor
Más allá de los riesgos, la construcción de la fábrica de IA marca el inicio de una nueva etapa para Armenia. Nvidia busca demostrar que no solo los países más ricos pueden liderar en este sector, sino que con visión, talento y cooperación internacional, naciones más pequeñas también pueden convertirse en protagonistas de la cuarta revolución industrial.
Conclusión
La inversión de 500 millones de dólares de Nvidia en Armenia es un acontecimiento histórico que podría transformar a este país en un epicentro tecnológico regional. Si bien enfrenta desafíos en términos de infraestructura, estabilidad política y sostenibilidad, la oportunidad de posicionarse como pionero en IA en Eurasia es real. El éxito del proyecto dependerá de la capacidad del país para integrar su talento humano, aprovechar su energía nuclear y mantener un entorno atractivo para la innovación y la inversión extranjera.
Información Cortesía de DW
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