El Ministerio Público confirmó que las extorsiones en Guatemala han alcanzado cifras alarmantes. En septiembre de 2025, las denuncias ya superaron el total registrado durante todo 2024, reflejando el poder de las pandillas y la urgencia de medidas más efectivas por parte del Estado.
El fenómeno de las extorsiones en Guatemala
Las extorsiones en Guatemala son uno de los delitos más comunes y, al mismo tiempo, de los más difíciles de combatir. Este delito consiste en exigir dinero bajo amenazas de muerte o violencia, afectando tanto a comerciantes como a transportistas y familias comunes. El incremento sostenido de denuncias en 2025 es un reflejo de que las estructuras criminales no solo mantienen su capacidad de intimidación, sino que la han expandido.
Estadísticas preocupantes
De acuerdo con el MP, de enero a septiembre de 2025 se presentaron más de 12 mil denuncias por extorsiones en Guatemala. Esta cifra supera las aproximadamente 11 mil registradas en todo 2024. El dato refleja un incremento de más del 15% en comparación con el año anterior y coloca al país como uno de los más afectados por este delito en Centroamérica.
Dato clave: en promedio, cada día se denuncian 45 casos de extorsiones en Guatemala.
El rol de las pandillas
Las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha siguen siendo las principales responsables de las extorsiones en Guatemala. A través de llamadas telefónicas, mensajes de WhatsApp y contactos directos, imponen “cuotas” que van desde los Q50 diarios a pequeños negocios, hasta miles de quetzales mensuales a empresas de transporte.
Estos grupos operan incluso desde las cárceles, donde los cabecillas mantienen comunicación con células en las calles gracias a la corrupción dentro del sistema penitenciario.
Impacto económico y social
El costo de las extorsiones en Guatemala es enorme. Transportistas han reducido horarios, comerciantes han cerrado negocios y familias enteras migran al extranjero para escapar de la violencia. La Cámara de Comercio estima que el delito genera pérdidas de más de Q2 mil millones al año, sin contar el daño psicológico en las víctimas.
La extorsión también deteriora la confianza ciudadana en las instituciones, ya que muchas veces las denuncias no se traducen en capturas ni condenas.
La respuesta del Ministerio Público
El MP asegura que ha fortalecido sus unidades especializadas en investigación de extorsiones en Guatemala. Se han realizado operativos en conjunto con la Policía Nacional Civil que han resultado en cientos de capturas. Sin embargo, fiscales reconocen que la saturación de casos y la capacidad de regeneración de las pandillas complican la efectividad de las acciones.
Limitaciones en el sistema judicial
Uno de los grandes obstáculos para combatir las extorsiones en Guatemala es la lentitud del sistema judicial. Muchas víctimas no continúan con los procesos por miedo a represalias o por desconfianza en la protección de testigos. Esto genera que gran parte de los casos terminen archivados.
Historias de las víctimas
Juan, un comerciante de Mixco, relata que cada semana debe pagar Q200 a pandilleros para poder mantener abierta su tienda. “Si no pago, me amenazan con matar a mi familia”, cuenta. Casos como el suyo ilustran la gravedad de las extorsiones en Guatemala y la impotencia con la que viven miles de ciudadanos.
Transportistas, por su parte, afirman que las extorsiones son la principal causa de que varios pilotos hayan abandonado el oficio, incrementando la crisis del transporte público.
¿Qué soluciones se plantean?
Especialistas sugieren que para frenar las extorsiones en Guatemala no basta con capturar a pandilleros. Es necesario cortar los flujos financieros de estas estructuras y crear oportunidades sociales para los jóvenes que son reclutados. También se insiste en modernizar el sistema penitenciario y bloquear las comunicaciones ilegales desde las cárceles.
Conclusión
El incremento de las extorsiones en Guatemala en 2025 demuestra que este delito sigue siendo uno de los principales retos de seguridad. Si el Estado no logra articular una estrategia integral que combine investigación, prevención y justicia efectiva, las cifras seguirán creciendo y más ciudadanos quedarán atrapados en este ciclo de violencia.
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