Intervención ante la Asamblea General de la ONU
Nicaragua En un discurso pronunciado ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Ministro de Relaciones Exteriores de Nicaragua enfatizó la importancia de defender la soberanía nacional y el respeto al derecho internacional. Moncada señaló que «en estas circunstancias cruciales de la historia humana se repite la disyuntiva entre la paz y la guerra, entre la vida y la muerte, y entre la pretensión supremacista de aniquilar, someter y apropiarse de nuestras culturas».
«Estos son momentos que nos definen: o estamos por la paz y la vida, o somos cobardes promotores de la guerra, la miseria y la muerte», añadió, haciendo un llamado a la comunidad internacional para actuar de manera ética y justa.
El canciller recordó que la ONU fue creada hace 80 años con el objetivo de prevenir conflictos, garantizar la paz y proteger la justicia, y destacó que estos principios deben seguir siendo el norte de la acción internacional, especialmente frente a las crecientes amenazas de intervenciones y ocupaciones extranjeras.
Atropellos de las potencias imperialistas
Denis Moncada denunció los efectos de las políticas económicas y comerciales de las potencias de Nicaragua, señalando que estas medidas perpetúan la pobreza, la desigualdad y el saqueo de recursos naturales. «La riqueza de algunos países se ha construido sobre el expolio sistemático de otras naciones, creando un modelo de dominación que ignora el bienestar de los pueblos», afirmó.
El canciller criticó las medidas coercitivas unilaterales, los bloqueos económicos, las sanciones injustificadas y las políticas migratorias que violan los derechos humanos fundamentales, subrayando que estas acciones reflejan un egoísmo desmedido por parte de quienes se consideran dueños del mundo.
Asimismo, denunció las maniobras culturales y mediáticas que buscan imponer narrativas favorables a intereses imperialistas, afectando la educación, los medios de comunicación y las expresiones culturales de los pueblos. «Estos atropellos no solo destruyen economías, también erosionan la identidad y el patrimonio cultural de nuestras naciones», puntualizó Moncada.
Solidaridad con Cuba y Venezuela
Moncada reafirmó la plena solidaridad de Nicaragua con Cuba y Venezuela, destacando que ambos países han sido víctimas de políticas de bloqueo y sanciones que buscan desestabilizar sus gobiernos y limitar su desarrollo económico y social. «El pueblo nicaragüense mantiene su plena e inequívoca hermandad con Cuba y Venezuela, y condena todas las injerencias que buscan socavar su soberanía», indicó.
El canciller nicaragüense también señaló que las acusaciones de narcotráfico y otras imputaciones inverosímiles son utilizadas como pretexto para justificar intervenciones extranjeras. «Denunciamos y condenamos las absurdas manipulaciones con acusaciones disparatadas desde el pretexto del narcotráfico, que es un comercio promovido por los países ricos, donde millones de consumidores alimentan estas cadenas de tráfico», agregó.
En este sentido, Moncada destacó que las políticas de control del narcotráfico implementadas por países desarrollados han generado graves consecuencias sociales y económicas en los países productores, profundizando la desigualdad y la dependencia externa.
Condena al conflicto palestino-israelí
En el contexto del conflicto palestino-israelí, el canciller denunció el uso del hambre y el bloqueo como herramientas de dominación por parte de Israel, reiterando la histórica condena de Nicaragua a la violación de los derechos del pueblo palestino. «Condenamos todas las salvajes, brutales masacres que se perpetúan a vista y paciencia del mundo», expresó.
Moncada recordó que la ocupación de territorios palestinos en Nicaragua, la negación de derechos básicos y las políticas de segregación representan violaciones flagrantes al derecho internacional. «El hambre, la violencia y la opresión no deben ser aceptadas ni normalizadas. El mundo tiene la responsabilidad de proteger a los pueblos vulnerables», puntualizó.
El canciller también enfatizó la necesidad de que la ONU y la comunidad internacional actúen de manera firme para garantizar la paz y los derechos humanos en Palestina, así como en todas las regiones afectadas por políticas de ocupación y dominación.
Participación en foros de desarrollo sostenible
Nicaragua ha participado activamente en diferentes foros de la ONU relacionados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La delegación nicaragüense ha promovido políticas de financiamiento innovador para la preservación de bosques, alianzas internacionales para reparar daños ambientales y programas de justicia social para pueblos históricamente afectados por explotación y saqueo.
Moncada destacó la importancia de que los países trabajen de manera conjunta para enfrentar crisis ambientales, garantizar la seguridad alimentaria y mejorar la calidad de vida de las poblaciones más vulnerables. «La sostenibilidad no es una opción, es una obligación moral y ética de todos los Estados miembros», afirmó.
Además, el canciller hizo un llamado a la cooperación internacional que no dependa de intereses económicos o políticos, sino de un compromiso genuino con el bienestar de los pueblos. «Solo a través de la solidaridad y la justicia podremos construir un mundo más equitativo y pacífico», concluyó.
Contexto histórico y político
El discurso de Nicaragua ante la ONU se produce en un momento de tensiones internacionales donde las políticas de intervención y sanciones han afectado gravemente a países de América Latina y el Caribe. La región enfrenta desafíos de desigualdad, violencia, cambio climático y dependencia económica de potencias extranjeras.
Nicaragua ha buscado desde hace décadas consolidar una política exterior basada en la soberanía, la autodeterminación y la cooperación sur-sur, promoviendo alianzas con países afines y defendiendo los derechos de los pueblos frente a injerencias externas.
Moncada recordó que las Naciones Unidas fueron fundadas para prevenir guerras y promover la paz, pero que la práctica de algunos Estados ha desvirtuado estos principios, interviniendo en asuntos internos de otros países y aplicando sanciones unilaterales que violan la Carta de la ONU.
El discurso también destaca la continuidad de la política exterior de Nicaragua en materia de cooperación regional y apoyo a procesos de integración en América Latina y el Caribe, subrayando la importancia de mantener relaciones internacionales basadas en respeto mutuo y no injerencia.
Impacto de las políticas de sanciones y bloqueos
Denis Moncada enfatizó que las sanciones económicas aplicadas por potencias extranjeras no solo afectan a los gobiernos de Nicaragua, sino a los ciudadanos comunes. La escasez de medicamentos, alimentos y bienes esenciales genera consecuencias humanitarias que violan derechos fundamentales y profundizan la desigualdad.
«Los bloqueos y medidas coercitivas unilaterales son herramientas de dominación que exacerban la pobreza y la dependencia económica, y afectan especialmente a los más vulnerables», señaló. El canciller recordó que el derecho internacional prohíbe la imposición de medidas que perjudiquen directamente a la población civil.
Moncada también destacó la importancia de fortalecer mecanismos multilaterales para supervisar y garantizar el respeto a los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, denunciando que las sanciones unilaterales se han utilizado históricamente como forma de presión política y económica contra gobiernos soberanos.
Antecedentes históricos de la política exterior nicaragüense
Nicaragua ha mantenido históricamente una política de soberanía y resistencia frente a intervenciones extranjeras. Desde la Revolución Sandinista de 1979, el país ha defendido el principio de autodeterminación y ha rechazado cualquier forma de injerencia que comprometa su independencia política y económica.
El canciller Moncada recordó que durante la década de 1980, Nicaragua enfrentó agresiones directas, bloqueos económicos y campañas de desestabilización apoyadas por potencias extranjeras. Estas experiencias moldearon la postura del país en foros internacionales, promoviendo la solidaridad regional y la cooperación entre países del Sur Global.
En la actualidad, Nicaragua continúa fortaleciendo su política exterior basada en principios de justicia, solidaridad y cooperación sur-sur, promoviendo alianzas con países de América Latina, el Caribe, Asia y África, y defendiendo los derechos de los pueblos frente a políticas de dominación y explotación.
Declaraciones finales y llamado a la comunidad internacional
En sus palabras finales ante la Asamblea General, Denis Moncada hizo un llamado a la comunidad internacional para que respete la soberanía de los Estados y promueva políticas justas y equitativas. «Los pueblos tienen derecho a decidir su destino sin amenazas, sanciones o bloqueos. La paz, la justicia y la cooperación deben guiar nuestra acción», concluyó.
El canciller reiteró la postura de Nicaragua frente a conflictos globales, subrayando la necesidad de soluciones diplomáticas y pacíficas, y resaltó la importancia de fortalecer el multilateralismo para enfrentar los desafíos de seguridad, desarrollo sostenible y derechos humanos.
Finalmente, Moncada invitó a los países miembros de la ONU a reflexionar sobre el legado de 80 años de existencia de la organización y a comprometerse con un mundo más justo, equitativo y respetuoso de la soberanía de todos los pueblos.
Información Cortesía de RT
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