El Ministerio de Salud aclaró que, hasta ahora, no existen estudios científicos sólidos que prueben que el uso de paracetamol durante el embarazo cause trastornos del espectro autista en la descendencia; las autoridades instan a la calma y a consultar siempre con el profesional de salud.
En medio de la ola de información y rumores que circulan en redes sociales y algunos medios, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) emitió un comunicado oficial para despejar dudas: no hay evidencia científica concluyente que establezca una relación causal entre el uso de paracetamol por parte de mujeres embarazadas y el desarrollo de autismo en sus hijos. La cartera insistió en que la decisión sobre cualquier medicamento durante la gestación debe tomarse con criterio médico y basada en la mejor evidencia disponible.
¿De dónde salió la preocupación?
En los últimos años han surgido estudios observacionales —principalmente en Europa y Norteamérica— que sugieren una posible asociación estadística entre el consumo frecuente de paracetamol en el embarazo y un mayor riesgo de ciertos trastornos del neurodesarrollo en niños, incluido el espectro autista. Pero los especialistas han sido claros: asociación no es sinónimo de causalidad. Muchos de esos estudios tienen limitaciones metodológicas, como sesgos en la recolección de datos, tamaños de muestra insuficientes o la incapacidad para controlar todas las variables confusoras (por ejemplo, razones por las que la madre tomó el medicamento, infecciones subyacentes, factores genéticos o exposiciones ambientales adicionales).
Lo que dijo el Ministerio de Salud
El MSPAS explicó que, ante la circulación de información incompleta o alarmista, decidió pronunciarse públicamente para evitar que las embarazadas suspendan tratamientos necesarios por miedo. El mensaje clave fue tajante: el paracetamol continúa siendo uno de los analgésicos y antipiréticos más recomendados durante la gestación cuando está indicado y usado en dosis apropiadas. Además, la institución recordó que la fiebre y el dolor sin tratamiento también pueden representar riesgos para la madre y el feto, por lo que la automedicación o la interrupción de un plan terapéutico sin supervisión médica puede causar más daño que beneficio.
Qué dicen los expertos
Ginecólogos, pediatras y epidemiólogos consultados por este medio coinciden en la prudencia: las investigaciones que vinculan paracetamol y autismo son interesantes y merecen seguimiento, pero no constituyen prueba suficiente para cambiar las recomendaciones clínicas actuales. La doctora Mariana López, obstetra con más de 15 años de experiencia, comentó: “Si una mujer embarazada tiene fiebre alta, la prioridad es tratar la fiebre. El paracetamol, en las dosis indicadas, sigue siendo la alternativa más segura frente a otros antiinflamatorios no esteroideos que sí están contraindicados en ciertas etapas del embarazo.”
El pediatra neurólogo Dr. Carlos Méndez añadió: “El autismo es multifactorial: factores genéticos, exposiciones ambientales, complicaciones perinatales y múltiples interacciones biológicas. Atribuirlo a un solo fármaco sin un paquete de evidencia robusta es precipitado.”
Riesgos de no tratar fiebre o dolor en el embarazo dice Ministerio de Salud
Una de las razones por las que las autoridades sanitarias han sido enfáticas en desmentir afirmaciones rotundas es evitar consecuencias indirectas: el miedo puede llevar a las embarazadas a no tratar una infección o una fiebre alta, lo cual sí puede conllevar riesgos reales para el feto (incluyendo complicaciones del desarrollo). La fiebre persistente en la madre, especialmente durante el primer trimestre, se ha asociado en algunos estudios con malformaciones o complicaciones, de modo que su control médico es importante dice Ministerio de Salud.

Qué recomiendan las autoridades internacionales
Organismos internacionales de salud mantienen una postura prudente y científica: continúan recomendando el paracetamol como analgésico y antipirético de elección en el embarazo cuando es necesario, siempre en dosis adecuadas y por el menor tiempo posible. Al mismo tiempo, organismos como la Organización Mundial de la Salud y agencias regulatorias en distintos países han llamado a realizar más investigaciones de alta calidad que permitan dilucidar cualquier asociación potencial con trastornos del neurodesarrollo.
Qué tipos de estudios hacen falta dice el Ministerio de Salud
Los especialistas insisten en la necesidad de estudios prospectivos, con grandes cohortes, que controlen factores genéticos y ambientales, y que puedan evaluar dosis, frecuencia de uso y el motivo por el cual se administró el fármaco (por ejemplo, fiebre por infección vs dolor musculoesquelético). Solo con este tipo de evidencia se podrá determinar si existe o no una relación causal. Hasta entonces, la recomendación es mantener la calma y seguir las indicaciones médicas.
La comunicación en salud: evitar el pánico
Un aspecto relevante del debate es cómo se comunica la ciencia al público. En la era de las redes sociales, hallazgos preliminares pueden viralizarse y convertirse en alarmas públicas sin el debido contexto. El Ministerio de Salud advirtió que los titulares sensacionalistas —que simplifican o exageran resultados— pueden llevar a decisiones de salud peligrosas. La mejor práctica es que la información sobre medicación en el embarazo provenga de fuentes confiables y que las pacientes consulten a su equipo médico antes de realizar cambios en su tratamiento.
Consejos prácticos para embarazadas
- Si tienes fiebre o dolor, contacta a tu médico antes de automedicarte.
- Usa paracetamol solo si lo indica el profesional de salud y respeta la dosis y frecuencia recomendadas.
- Evita el uso de ibuprofeno y otros AINEs en ciertas etapas del embarazo sin supervisión médica.
- No ignores la fiebre alta: puede ser síntoma de una infección que requiere tratamiento.
- Pregunta siempre por alternativas no farmacológicas cuando sea posible (descanso, hidratación, compresas frías) y por el plan de seguimiento.
Autismo en Guatemala: contexto y vacío de datos del Ministerio de Salud
En Guatemala existe una carencia de estadísticas nacionales robustas sobre la prevalencia del trastorno del espectro autista (TEA). Muchas familias reportan dificultades para acceder a diagnóstico temprano y terapias especializadas. Este escenario hace que cualquier afirmación rotunda sobre causas potenciales —como la exposición prenatal a un fármaco— tenga un efecto especialmente inquietante en la población. Por ello, las autoridades recomiendan que los esfuerzos nacionales se orienten también hacia el fortalecimiento del diagnóstico, la capacitación de profesionales y la creación de programas de apoyo y rehabilitación para las personas con TEA y sus familias.
Voces de madres y organizaciones
Representantes de asociaciones de pacientes y madres de niños con TEA llamaron a la calma y a la prudencia. Coinciden en que es imprescindible más inversión en servicios de salud mental y en programas de inclusión educativa. “Necesitamos respuestas que vayan más allá de señalar culpables; necesitamos políticas públicas que fortalezcan diagnóstico temprano, terapias y soporte a las familias”, dijo una representante de una asociación local.
Transparencia en la investigación y responsabilidad pública
El Ministerio de Salud aseguró que seguirá monitoreando la evidencia científica internacional y que, de aparecer estudios con rigor metodológico que indiquen riesgos claros, actualizará sus recomendaciones de inmediato. Asimismo, hizo un llamado a investigadores y universidades locales para impulsar estudios nacionales que aporten datos contextualizados a la realidad guatemalteca.
Conclusión: ciencia, prudencia y criterio médico
Ministerio de Salud El balance que hacen las autoridades sanitarias y la mayoría de especialistas es prudente: el uso controlado de paracetamol durante la gestación sigue siendo aceptado dentro de la práctica clínica, y actualmente no existe evidencia sólida para afirmar que cause autismo. Sin embargo, la comunidad científica debe continuar investigando con estudios mejor diseñados. Mientras tanto, la recomendación para las embarazadas es clara: no tomar decisiones basadas en rumores; consultar con el profesional de salud y seguir las indicaciones médicas.
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