Manchester City despachó al Napoli 2-0 con autoridad y récord incluido, mientras que Barcelona consiguió una victoria ajustada ante Newcastle (2-1) gracias a dos golazos de Marcus Rashford. Una jornada llena de emoción, rivalidad y fútbol de alto nivel.
Manchester City arranca con todo: Haaland entra en la historia
Les cuento: Manchester City comenzó su campaña en la Champions League mostrando por qué sigue siendo uno de los equipos más temidos de Europa. En el Etihad, se impusieron 2-0 ante un Napoli que quedó con 10 jugadores desde el minuto 21 por la expulsión directa de Giovanni Di Lorenzo.
Erling Haaland brilló como siempre: su gol — de cabeza, asistido por Phil Foden — fue su golecito número 50 en Champions, logrado nada más que en 49 partidos. Un récord que rompe con lo establecido y lo pone todavía más en la élite. Jeremy Doku cerró la victoria con un golazo en el 65′ tras una fantástica jugada personal, dejando claro que este City quiere más que empezar ganando.
Napoli, a perder sin rendirse
No todo fue para Manchester City . Napoli tiene calidad, tiene nombre, tiene historia. Pero quedarse con 10 jugadores tan temprano cambió todo el plan. Además, Kevin De Bruyne, ahora en Napoli, regresó al Etihad, y fue sustituido al minuto 25 debido al replanteo táctico tras la expulsión de Di Lorenzo.
A pesar de la desventaja numérica, los napolitanos defendieron con uñas y dientes, mostraron momentos de orden, intentaron reaccionar, y su arquero hizo paradas modos “salvavidas”. Pero la presión, la jerarquía de City y los espacios vacíos terminaron por pasar factura.
El 2-1 de Barça contra Newcastle: resiliencia en St. James’ Park
Y mientras City domina, Barcelona estaba jugando a lo suyo en Inglaterra. En St. James’ Park, un partido parejo, con Newcastle presionando bastante en la primera mitad, pero sin eficacia. :contentReference[oaicite:5]{index=5} Marcus Rashford fue el héroe culé: primero un cabezazo impecable tras centro de Jules Koundé al 58′; luego, siete minutos más tarde, un disparo lejano que dio en el travesaño y entró tras el rebote, un golazo que dejó helada la grada.
Newcastle no se rindió: Anthony Gordon metió el descuento al 90′, y por momentos pareció que el empate era posible. Pero Barcelona resistió, defendió mejor que su rival sobre el final, y sacó los tres puntos gracias al temple psicológico que se aprendió de hartas noches europeas.

Jugadores que brillaron (y otros que no tanto)
Erling Haaland del Manchester City: otra joya. Entrar en la historia al romper el récord de goles con los pocos partidos que lleva es algo que solo hacen los grandes. Siempre peligroso en el área, imparable de cabeza. ¡Y eso que hay que ver lo bien que lo hicieron Phil Foden y Jeremy Doku para generar esas ocasiones claras!
Marcus Rashford: se siente cómodo en Barcelona. Dos goles muy distintos, uno de potencia aérea, otro de larga distancia. De esos que te levantan del asiento. Además, el equipo lo supo lanzar, lo acompañó bien, lo defendió bien cuando Newcastle se fue arriba.
Newcastle: valentía. Sobre todo en una primera mitad donde dominaron terreno, jugaron con intensidad, con deseos de imponer su estilo en casa. Pero les faltó convertir. Esa definición que te cuesta conseguir quand’o estás frente a un Barça que sabe apretar.
Napoli: afectados por la expulsión tempranera, sí. Pero también mostraron capacidad de resistencia. Hasta donde el partido lo dejó, estuvieron ordenados, defendieron bien y trataron de encontrar huecos. Se les hizo cuesta arriba ante un Manchester City que no baja el ritmo
Aspectos tácticos claves
La expulsión de Di Lorenzo fue el punto de inflexión en el Manchester City -Napoli. Un roja directa que desestabiliza cualquier esquema, más aún si es de uno de tus referentes en defensa. Manchester City aprovechó el hueco, ajustó rápidamente, hizo uso del dominio del balón (possession game) y combinaciones rápidas para abrir espacios.
Barça por su parte optó por esperar, salir de atras, administrar la posesión, golpear al contragolpe. Rashford fue usado de manera inteligente: no solo como finalizador, sino como desestabilizador. En partidos así, esas pequeñas diferencias marcan.
El arranque de grupo que ilusiona
Para Manchester City, esta victoria es más que ganar; es un mensaje. Arrancan su ciclo en Champions pidiendo respeto, recordando por qué son favoritos y reforzando la idea de que no solo dependen de Haaland para hacer daño. Hay profundidad de plantilla, talento emergente (como Doku), presión alta, mentalidad ganadora.
Barcelona, aunque sufrió, mostró que tiene carácter. Gana fuera de casa, en un estadio complicado, sin dejarse llevar por la empanada de Newcastle, que jugó con ganas. Esa resiliencia será clave si quiere aspirar a algo grande este año.
Error, polémica y momentos de tensión
En el Manchester City -Napoli, el rojo a Di Lorenzo generó discusión: ¿fue justa la decisión? Muchos opinan que sí, por la jugada sobre Haaland, pero otros señalan que fue muy rígido. También Kevin De Bruyne tuvo que salir temprano, traumatizado por el cambio táctico obligado. Eso le dio otro elemento dramático al partido.
En el Barcelona vs Newcastle, Newcastle tuvo oportunidades claras, especialmente en el primer tiempo, y una que otra indecisión en la defensa blaugrana pudo costar caro. Pero esas imperfecciones hacen al fútbol real, al fútbol que emociona.
Qué sigue en el grupo, lo que se viene
Estos resultados ponen a Manchester City y Barça con ventaja moral, lo que en Champions muchas veces pesa más que los goles. Partidos como este sirven para ganar confianza, para curtir carácter. Ahora deberán mantener consistencia, evitar lesiones, rotar plantilla y responder cada vez que se les exija.
Para Napoli, queda recuperarse, ajustar, evitar más expulsiones tontoas. Para Newcastle, aprendizaje: si quieres dar pelea en Champions, no puedes fallar frente al arco cuando tienes espacios.
Conclusion: hoy ganó la Champions y los aficionados
Lo mejor de esta fecha no fueron solo los resultados, sino lo que se sintió: el nivel, la intensidad, las ganas. City con su fútbol de toque, con su ambición intacta; Barça con carácter y con jugadores que se levantan cuando las cosas se complican.
Si algo dejó claro hoy la Champions League, es que los partidos no se pueden subestimar, y que en noches europeas como esta, cada gol, cada parada, cada decisión arbitral puede cambiarlo todo. Para los fans, para los clubes, para los que vivimos el fútbol como pasión: esto apenas empieza.
Para más Información en Nuevo Mundo