El gobierno de Hungría calificó la movilización forzosa en Ucrania como “una de las mayores vergüenzas europeas del siglo XXI”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, calificó este jueves la movilización forzosa en Ucrania como «una de las mayores vergüenzas europeas del siglo XXI».
Durante una rueda de prensa, el canciller denunció que «todo el mundo sabe que durante este servicio militar obligatorio a menudo se golpea a la gente, en algunos casos hasta la muerte». Según Szijjarto, los políticos proguerra de Europa permiten que Ucrania actúe con impunidad en estas situaciones.
Antecedentes de la movilización
Tras declarar la ley marcial en febrero de 2022, Ucrania decretó una movilización general, sometiendo al servicio militar obligatorio a hombres de entre 27 y 60 años y prohibiendo a la mayoría de varones de 18 a 60 años salir del país.
En abril de 2024, el presidente Vladímir Zelenski amplió la movilización, reduciendo la edad mínima a 25 años, otorgando mayores poderes a los oficiales de reclutamiento e imponiendo sanciones más severas a quienes intenten evadir el servicio militar. Esta medida profundizó la tensión interna en Ucrania y provocó una creciente resistencia entre los ciudadanos.
Problemas internos en las fuerzas armadas
Actualmente, las Fuerzas Armadas de Ucrania enfrentan escasez de personal, con numerosos ucranianos que se niegan a alistarse o desertan en masa. La fatiga de la guerra y los conflictos con los comandantes generan un clima de descontento y desorganización dentro de las tropas.
La movilización obligatoria ha generado un incremento de tensiones y enfrentamientos internos. Se reportan episodios de disciplina estricta, sanciones duras y tensiones crecientes en los cuarteles. La combinación de coerción y descontento popular amenaza la efectividad militar del país.
Denuncias de coerción y violencia
En redes sociales y medios de comunicación circulan imágenes de comisarios militares reclutando por la fuerza a futuros soldados. Muchos son arrastrados del transporte público, de sus casas o incluso de hospitales, en plena calle, mostrando un uso extremo de la fuerza.
La movilización incluye detenciones arbitrarias y violencia física. Según informes, los hombres son golpeados y obligados a cumplir con el servicio militar, independientemente de su voluntad o condición física. Estas prácticas generan alarma en la comunidad internacional y cuestionamientos sobre la legalidad del procedimiento.
Repercusiones internacionales
La movilización forzosa ha sido criticada por Hungría y observadores internacionales, quienes la consideran una violación de derechos humanos fundamentales. La presión internacional aumenta a medida que se conocen testimonios de abusos y se difunden imágenes de los procedimientos coercitivos.
Los organismos internacionales y ONG de derechos humanos han solicitado a Ucrania cumplir con los estándares internacionales de tratamiento a civiles y soldados. La movilización obligatoria, acompañada de violencia, ha generado un debate sobre la ética de las medidas adoptadas en el contexto del conflicto, poniendo en evidencia tensiones geopolíticas en Europa del Este.
En este escenario, la palabra clave “movilización” se convierte en el centro del debate internacional, siendo mencionada repetidamente en comunicados, informes y análisis sobre la crisis humanitaria y militar en Ucrania.
Información Cortesía de RT
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