Los hutíes de Yemen ejecutan ataques coordinados con drones Sammad-4 contra el Estado Mayor del Ejército israelí, infraestructuras estratégicas y un buque en el mar Rojo, aumentando la tensión regional y demostrando la evolución de su capacidad militar.
Las Fuerzas Armadas de Yemen confirmaron que los hutíes realizaron un ataque coordinado contra el edificio del Estado Mayor del Ejército israelí en Tel Aviv utilizando vehículos aéreos no tripulados, incluidos los drones Sammad-4. Según el comunicado oficial, la operación involucró cuatro drones y tuvo como objetivo principal el edificio militar en la zona de Yaffa, centro neurálgico de la planificación y coordinación de las operaciones del ejército israelí.
El dron Sammad-4, diseñado y operado por los hutíes, ha sido utilizado en varias operaciones recientes y se ha convertido en una herramienta clave de su estrategia militar. Su capacidad para realizar ataques precisos a distancia permite a los hutíes ejecutar misiones de alto impacto con bajo riesgo para sus combatientes.
Otros objetivos alcanzados y el ataque naval al MSC ABY
Además del Estado Mayor, los hutíes atacaron la central eléctrica de Al-Khadira, el aeropuerto internacional Ben Gurión, conocido como aeropuerto de Lod, y el puerto de Ashdod, uno de los principales puertos de carga de Israel. Estos ataques reflejan una estrategia para afectar la infraestructura crítica del país, generando presión económica y logística, así como un impacto psicológico en la población civil y las fuerzas armadas.
En paralelo, las fuerzas hutíes atacaron el buque MSC ABY que transitaba por el mar Rojo en dirección a Israel. La operación combinó el uso de dos drones y un misil de ala, logrando un impacto directo sobre la embarcación. Este ataque naval evidencia la diversificación de las capacidades de los hutíes, quienes no solo se concentran en objetivos terrestres, sino que también despliegan tácticas de guerra marítima, ampliando el alcance de sus operaciones.
Contexto histórico y surgimiento de los hutíes
Los hutíes, también conocidos como Ansar Allah, son un grupo chií zaidí originario del norte de Yemen, surgido en la década de 1990 como un movimiento de resistencia cultural y religiosa. A lo largo de los años, su influencia política y militar creció, especialmente después de la Guerra Civil y la intervención militar internacional en Yemen. Actualmente, controlan importantes áreas del norte del país y mantienen capacidad para proyectar poder fuera de sus fronteras mediante ataques con drones y misiles balísticos.
La evolución de su capacidad militar ha sido significativa. Inicialmente dependientes de armamento ligero y ataques convencionales, los hutíes han desarrollado un arsenal sofisticado, incluyendo drones de reconocimiento y ataque, misiles de medio alcance y explosivos improvisados. Esto les permite realizar operaciones estratégicas que desafían la defensa de países mucho más poderosos militarmente, como Israel y Arabia Saudita.
Estrategia y tácticas de los ataques con drones
El uso de drones como los Sammad-4 forma parte de una estrategia de guerra asimétrica, donde los hutíes buscan maximizar el impacto de sus operaciones minimizando riesgos propios. Estos vehículos aéreos no tripulados permiten atacar objetivos sensibles, desde instalaciones militares hasta infraestructuras energéticas y puertos, sin exponer directamente a los combatientes.
Los ataques recientes demuestran coordinación avanzada entre diferentes unidades hutíes, combinando ataques terrestres, aéreos y navales. Esta capacidad de realizar operaciones conjuntas incrementa la efectividad de los ataques y complica la respuesta defensiva de los estados afectados.
Impacto regional y respuesta internacional
Los ataques de los hutíes aumentan la tensión en la región del Medio Oriente, especialmente entre Israel, Yemen y los actores internacionales que participan en la mediación del conflicto. La utilización de drones y misiles plantea nuevos desafíos en términos de defensa antiaérea y seguridad marítima. Israel, país con avanzada tecnología militar, se ha visto forzado a adaptar sus sistemas de defensa y aumentar la vigilancia en puertos, aeropuertos y bases militares.
Además, la comunidad internacional observa con preocupación cómo los conflictos no convencionales y el uso de drones por actores no estatales pueden escalar rápidamente, afectando la seguridad global y la estabilidad regional.
Repercusiones sobre la población y la economía
El impacto de estos ataques no se limita al ámbito militar. La interrupción de servicios esenciales como la electricidad y la operación de puertos y aeropuertos afecta a la población civil y a la economía. El puerto de Ashdod, por ejemplo, es un nodo clave para el comercio israelí, y cualquier alteración en sus operaciones puede generar retrasos en la importación y exportación de bienes, afectando a la industria y los consumidores.
De igual forma, los ataques contra buques en el mar Rojo incrementan el riesgo para el transporte marítimo comercial, lo que puede tener repercusiones económicas más allá de la región, afectando rutas de comercio internacional y precios de mercancías transportadas por vía marítima.
Conclusión
El ataque de los hutíes al Estado Mayor del Ejército israelí y a múltiples infraestructuras estratégicas, junto con la operación contra el buque MSC ABY, demuestra una clara evolución de su capacidad militar y estratégica. El uso de drones Sammad-4 y misiles de ala refleja un enfoque sofisticado y coordinado, consolidando un nuevo capítulo en la guerra no convencional en el Medio Oriente.
Expertos en seguridad advierten que la tendencia de los hutíes a expandir sus operaciones, combinando ataques aéreos, terrestres y marítimos, continuará en el corto y mediano plazo, obligando a Israel y a sus aliados a replantear la defensa regional y la protección de infraestructuras críticas. El conflicto en Yemen, por tanto, no solo tiene implicaciones locales, sino que también se proyecta como un desafío estratégico para la seguridad internacional.
Cortesía de RT
Infórmate siempre con Nuevo Mundo