2024-06-20
Nuevo Mundo – 96.1
¿Pensaban que habían visto ya a la mejor España? Pues esperen… Después del brillante debut contra Croacia, los de Luis de la Fuente se han superado a sí mismos y han dado un recital absoluto ante Italia, a la que han derrotado 1-0, un resultado que les asegura el billete para octavos de final como primeros de grupo.Esta España no entiende de estilos ni de rivales. Puede jugar sin posesión o con ella, ante la tercera del Mundial o ante la vigente campeona de Europa. El resultado, el mismo. Superioridad total de un equipo que crece cada día, dejando atrás su condición de tapada y adquiriendo peso para ascender al grupo de las favoritas al título.Y, todo, lo dice sobre el terreno de juego. Si en el primer partido España volcó su juego por la banda de unos superlativos Carvajal y Lamine Yamal, este jueves lo han hecho por la izquierda de Cucurella y Nico Williams, que han firmado una actuación escandalosa. Imparables para Italia.El brillo, no obstante, ha sido general. Esta España juega a un nivel altísimo, tanto en calidad como en intensidad física. Rodri y Fabián ganaron con creces la pelea en el centro del campo, donde Pedri sigue dejando destellos del Pedri que todos esperamos. Atrás, con el regreso de Laporte al centro de la defensa por las molestias físicas de Nacho, sobriedad ante el escaso trabajo propuesto por una Italia anulada por completo.¿Y el gol? Tardó en llegar, a pesar del saco de ocasiones que tuvo España en una primera parte maravillosa en la que solo faltó batir a Donnarumma. Las tuvieron Nico, Fabián o Morata, pero la pelota no entró hasta la segunda mitad, cuando la propia Italia marcó en propia puerta.Calafiori deshace el empateFue Calafiori, el portentoso central del Bolonia, el que le dio la ventaja a España. Eso sí, llegó después de una nueva jugada maestra de Nico Williams que llegó a cabecear Morata y a tocar Donnarumma, antes de que Calafiori despejase a su red.No hubo más goles, pero no hicieron falta, pese a algún que otro estirón de Italia en la recta final, mientras España mutaba su piel tras los cambios de De la Fuente, con debuts incluidos de Ayoze, Ferran y Baena. El objetivo estaba cumplido y España cerrará la fase de grupos contra Albania con su pase en el bolsillo. La fiesta de la marea roja en Gelsenkirchen, que empezó pronto, acabará muy tarde.
¿Pensaban que habían visto ya a la mejor España? Pues esperen… Después del brillante debut contra Croacia, los de Luis de la Fuente se han superado a sí mismos y han dado un recital absoluto ante Italia, a la que han derrotado 1-0, un resultado que les asegura el billete para octavos de final como primeros de grupo.
Esta España no entiende de estilos ni de rivales. Puede jugar sin posesión o con ella, ante la tercera del Mundial o ante la vigente campeona de Europa. El resultado, el mismo. Superioridad total de un equipo que crece cada día, dejando atrás su condición de tapada y adquiriendo peso para ascender al grupo de las favoritas al título.
Y, todo, lo dice sobre el terreno de juego. Si en el primer partido España volcó su juego por la banda de unos superlativos Carvajal y Lamine Yamal, este jueves lo han hecho por la izquierda de Cucurella y Nico Williams, que han firmado una actuación escandalosa. Imparables para Italia.
El brillo, no obstante, ha sido general. Esta España juega a un nivel altísimo, tanto en calidad como en intensidad física. Rodri y Fabián ganaron con creces la pelea en el centro del campo, donde Pedri sigue dejando destellos del Pedri que todos esperamos. Atrás, con el regreso de Laporte al centro de la defensa por las molestias físicas de Nacho, sobriedad ante el escaso trabajo propuesto por una Italia anulada por completo.
¿Y el gol? Tardó en llegar, a pesar del saco de ocasiones que tuvo España en una primera parte maravillosa en la que solo faltó batir a Donnarumma. Las tuvieron Nico, Fabián o Morata, pero la pelota no entró hasta la segunda mitad, cuando la propia Italia marcó en propia puerta.
Calafiori deshace el empate
Fue Calafiori, el portentoso central del Bolonia, el que le dio la ventaja a España. Eso sí, llegó después de una nueva jugada maestra de Nico Williams que llegó a cabecear Morata y a tocar Donnarumma, antes de que Calafiori despejase a su red.
No hubo más goles, pero no hicieron falta, pese a algún que otro estirón de Italia en la recta final, mientras España mutaba su piel tras los cambios de De la Fuente, con debuts incluidos de Ayoze, Ferran y Baena. El objetivo estaba cumplido y España cerrará la fase de grupos contra Albania con su pase en el bolsillo. La fiesta de la marea roja en Gelsenkirchen, que empezó pronto, acabará muy tarde.
