2021-12-23
Nuevo Mundo – 96.1
Un jurado del estado de Minnesota (EE.UU.) ha declarado culpable este jueves a la expolicía Kim Potter de los cargos de homicidio involuntario en relación a la muerte del afroamericano Daunte Wright en abril de este año, cuando la agente le disparó por error con una pistola en lugar de con un táser inmovilizador.Ahora Potter se enfrenta a una pena de hasta siete años de prisión, aunque la acusación asegura que intentará buscar una condena más severa, detalla AP. Se espera que la sentencia final se dé a conocer el próximo 18 de febrero.Potter declaró en la audiencia que «no quiso infligir daño a nadie». Sus abogados se opusieron a que quedara bajo custodia sin fianza, esgrimiendo que su cliente no trataría de cometer otro crimen ni de darse a la fuga. Sin embargo, la juez Regina Chu rechazó estos argumentos.Durante el proceso, el jurado examinó videos grabados por las cámaras corporales y de control en los que se ve a Potter y a otro oficial parando el coche de Wright, que conducía con una licencia caducada. A continuación, los oficiales intentaron esposar al afroamericano en virtud de una orden de arresto contra él por no comparecer ante el tribunal acusado de posesión de armas.Wright salió del auto, pero, al ver que lo iban a detener, logró volver al coche. A continuación, se desató un forcejeo en el que Potter amenazó al hombre con usar su táser, antes de que, finalmente, le dispare en el pecho. «Acabo de dispararle… Agarré el arma equivocada. Voy a ir a la cárcel», dice Potter, al percatarse de lo sucedido.Pese al carácter fatal de su herida, Wright consiguió huir en su vehículo, pero acabó chocando contra otro coche. Fue declarado muerto en el lugar de los hechos.La muerte de Wright provocó protestas contra el manejo del incidente por parte de la Policía. Las manifestaciones empezaron inicialmente de forma pacífica, pero rápidamente se tornaron violentas, con ataques y saqueos a locales comerciales. En la Red aparecieron grabaciones en las que se ve a manifestantes saltando sobre los patrulleros y rompiendo las ventanas de varias tiendas.
Un jurado del estado de Minnesota (EE.UU.) ha declarado culpable este jueves a la expolicía Kim Potter de los cargos de homicidio involuntario en relación a la muerte del afroamericano Daunte Wright en abril de este año, cuando la agente le disparó por error con una pistola en lugar de con un táser inmovilizador.
Ahora Potter se enfrenta a una pena de hasta siete años de prisión, aunque la acusación asegura que intentará buscar una condena más severa, detalla AP. Se espera que la sentencia final se dé a conocer el próximo 18 de febrero.
Potter declaró en la audiencia que «no quiso infligir daño a nadie». Sus abogados se opusieron a que quedara bajo custodia sin fianza, esgrimiendo que su cliente no trataría de cometer otro crimen ni de darse a la fuga. Sin embargo, la juez Regina Chu rechazó estos argumentos.
Durante el proceso, el jurado examinó videos grabados por las cámaras corporales y de control en los que se ve a Potter y a otro oficial parando el coche de Wright, que conducía con una licencia caducada. A continuación, los oficiales intentaron esposar al afroamericano en virtud de una orden de arresto contra él por no comparecer ante el tribunal acusado de posesión de armas.
Wright salió del auto, pero, al ver que lo iban a detener, logró volver al coche. A continuación, se desató un forcejeo en el que Potter amenazó al hombre con usar su táser, antes de que, finalmente, le dispare en el pecho. «Acabo de dispararle… Agarré el arma equivocada. Voy a ir a la cárcel», dice Potter, al percatarse de lo sucedido.
Pese al carácter fatal de su herida, Wright consiguió huir en su vehículo, pero acabó chocando contra otro coche. Fue declarado muerto en el lugar de los hechos.
La muerte de Wright provocó protestas contra el manejo del incidente por parte de la Policía. Las manifestaciones empezaron inicialmente de forma pacífica, pero rápidamente se tornaron violentas, con ataques y saqueos a locales comerciales. En la Red aparecieron grabaciones en las que se ve a manifestantes saltando sobre los patrulleros y rompiendo las ventanas de varias tiendas.
