2024-08-29
Nuevo Mundo – 96.1
El Real Madrid ve como el FC Barcelona se aleja hacia la cabeza de la clasificación liguera y se queda a cuatro puntos de distancia después de no pasar del empate en Las Palmas. El equipo blanco solo logra perforar la meta local de penalti para igualar un duelo que había decantado en los primeros compases Moleiro.El tanto del jugador canario fue un golazo en el que bailó a la defensa madridista cuando apenas habían entrado en el partido (min. 5). Desde el 1-0 y hasta el descanso, el equipo visitante volvió a mostrar la imagen sin ideas que ya se ha visto en sus dos primeros duelos de Liga. Un equipo sin ninguna lucidez en ataque, a pesar de contar con los nombres que llenan todas portadas.En el intermedio, Ancelotti introdujo a Rodrygo en el campo. El brasileño había sido el sacrificado en el once titular, pero su entrada en el puesto de Brahim cambió al equipo. El peligro se volcó a la banda derecha y junto con Lucas Vázquez crearon las mejores ocasiones.De sus botas nacería la ocasión por la cual el Real Madrid conseguiría el empate. Un penalti por mano clara de Suárez dentro del área pequeña, que materializaría en el empate Vinicius (68´).El partido desde entonces solo tuvo un color, el blanco (Las Palmas marcaría un gol anulado por fuera de juego en la única aproximación al área visitante). Sin embargo, la inclusión en la contienda de Endrick o de Güler no facilitó los goles. El brasileño remató todo lo que le llegó, pero esta vez su punto de mira no estaba lo afinado que estuvo en el Bernabéu.Con el triple pitido final, Ancelotti tomó pronto el camino de los vestuarios con la preocupación que genera el empate. No es solo la distancia que abre ya el eterno rival, es la ausencia de conexión otro día más entre sus estrellas atacantes.
El Real Madrid ve como el FC Barcelona se aleja hacia la cabeza de la clasificación liguera y se queda a cuatro puntos de distancia después de no pasar del empate en Las Palmas. El equipo blanco solo logra perforar la meta local de penalti para igualar un duelo que había decantado en los primeros compases Moleiro.
El tanto del jugador canario fue un golazo en el que bailó a la defensa madridista cuando apenas habían entrado en el partido (min. 5). Desde el 1-0 y hasta el descanso, el equipo visitante volvió a mostrar la imagen sin ideas que ya se ha visto en sus dos primeros duelos de Liga. Un equipo sin ninguna lucidez en ataque, a pesar de contar con los nombres que llenan todas portadas.
En el intermedio, Ancelotti introdujo a Rodrygo en el campo. El brasileño había sido el sacrificado en el once titular, pero su entrada en el puesto de Brahim cambió al equipo. El peligro se volcó a la banda derecha y junto con Lucas Vázquez crearon las mejores ocasiones.
De sus botas nacería la ocasión por la cual el Real Madrid conseguiría el empate. Un penalti por mano clara de Suárez dentro del área pequeña, que materializaría en el empate Vinicius (68´).
El partido desde entonces solo tuvo un color, el blanco (Las Palmas marcaría un gol anulado por fuera de juego en la única aproximación al área visitante). Sin embargo, la inclusión en la contienda de Endrick o de Güler no facilitó los goles. El brasileño remató todo lo que le llegó, pero esta vez su punto de mira no estaba lo afinado que estuvo en el Bernabéu.
Con el triple pitido final, Ancelotti tomó pronto el camino de los vestuarios con la preocupación que genera el empate. No es solo la distancia que abre ya el eterno rival, es la ausencia de conexión otro día más entre sus estrellas atacantes.
