El fin de la temporada de lluvias se aproxima en Guatemala. El INSIVUMEH informó que octubre marcará la transición hacia la época seca, aunque aún se esperan tormentas aisladas y posibles descargas eléctricas en algunas regiones del país. Las autoridades instan a mantener precaución en zonas de riesgo.
El anuncio oficial
El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) confirmó que el país se encuentra en la etapa final del período lluvioso. El comunicado señala que el fin de la temporada de lluvias iniciará de forma gradual entre el 10 y 25 de octubre, dependiendo de la región. En el sur y oriente del país se espera una reducción más temprana, mientras que en el altiplano occidental las precipitaciones podrían extenderse algunos días más.
Según el ente meteorológico, este año las lluvias superaron los promedios históricos en un 20%, debido a la influencia del fenómeno de El Niño y la presencia de ondas del este más activas de lo habitual.
Regiones donde persistirán las lluvias
El fin de la temporada de lluvias no será uniforme en todo el territorio. El INSIVUMEH detalló que las zonas de la Boca Costa, Suroccidente y Altiplano Central continuarán recibiendo lluvias dispersas durante las próximas semanas. En contraste, las regiones del norte y oriente ya muestran una disminución considerable en los acumulados de precipitación.
El meteorólogo David de León explicó que las lluvias remanentes estarán asociadas a tormentas locales, con menor intensidad pero aún con capacidad de generar inundaciones puntuales. “Los suelos permanecen saturados y cualquier lluvia puede provocar deslizamientos”, advirtió.
Impacto de la temporada 2025
El fin de la temporada de lluvias pone cierre a un período que dejó importantes impactos en el país. Según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), las precipitaciones de este año afectaron a más de 285 mil personas, con daños en 40 carreteras, 22 puentes y 3 mil viviendas.
Entre los departamentos más golpeados se encuentran San Marcos, Suchitepéquez, Alta Verapaz y Guatemala. En varias comunidades se registraron deslizamientos, inundaciones y colapsos de drenajes. “Ha sido una de las temporadas más intensas de los últimos años, con eventos concentrados y de alto impacto”, comentó el portavoz de CONRED, Rodolfo García.
La transición hacia la época seca
Con el fin de la temporada de lluvias, se espera un cambio gradual en los patrones de temperatura y humedad. El INSIVUMEH proyecta que el mes de noviembre marcará el inicio de la época seca para la mayor parte del país. Esto traerá consigo mañanas más frescas, tardes soleadas y noches frías en las zonas montañosas.
“Entramos en la fase de transición. Aún pueden presentarse tormentas, pero con menor frecuencia e intensidad. En noviembre predominan los vientos del norte”, detalló De León. El instituto recomendó a la población prepararse para el descenso de temperaturas, especialmente en los departamentos de Totonicapán, Quetzaltenango y Huehuetenango.
Recomendaciones agrícolas
El fin de la temporada de lluvias representa un momento clave para el sector agrícola. El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA) recomendó aprovechar los últimos días de humedad para la siembra tardía de hortalizas y maíz de postrera. También advirtió sobre la necesidad de proteger los cultivos ante posibles heladas tempranas.
El ingeniero agrónomo Carlos Mendoza explicó que los agricultores deben priorizar la cobertura de suelos y evitar la erosión. “El cambio de estación siempre deja vulnerabilidades. Si no se planifica bien, las pérdidas pueden ser significativas”, puntualizó.
Riesgo de incendios forestales
El fin de la temporada de lluvias también marca el inicio del período de riesgo de incendios forestales. La CONRED y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP) advirtieron que los meses de noviembre a abril son críticos para la conservación de bosques y reservas naturales.
“El exceso de material seco, sumado a la acción humana, puede generar incendios devastadores. Estamos preparando brigadas y capacitaciones comunitarias”, afirmó el vocero de CONAP, José Luna. Solo en 2024, Guatemala registró más de 1,100 incendios forestales, afectando 15 mil hectáreas de vegetación.
Prevención y educación ambiental
Las instituciones ambientales aprovecharán el fin de la temporada de lluvias para promover campañas de concientización sobre el uso racional del agua. El Ministerio de Ambiente anunció que lanzará la campaña “Cuidemos Cada Gota”, orientada a fomentar la captación pluvial y el ahorro doméstico.
“Pasamos de tener exceso de lluvia a escasez en pocos meses. Es importante que la ciudadanía aprenda a gestionar mejor el recurso”, explicó la viceministra Patricia López. La campaña incluirá talleres en escuelas, capacitaciones en comunidades rurales y alianzas con municipalidades para implementar sistemas de recolección de agua lluvia.
El papel del cambio climático
El fin de la temporada de lluvias no significa el fin de los desafíos climáticos. Expertos coinciden en que los fenómenos meteorológicos son cada vez más extremos e impredecibles debido al cambio climático. “El Niño altera los patrones normales, generando lluvias intensas seguidas de sequías prolongadas”, explicó el climatólogo Marco Tulio Alvarado.
El especialista señaló que Guatemala es uno de los diez países más vulnerables al cambio climático, y que la falta de planificación territorial agrava los impactos. “El reto es invertir en infraestructura resiliente y en educación ambiental. El cambio climático ya no es una amenaza futura, es una realidad presente”, concluyó.
Perspectiva regional
El fin de la temporada de lluvias en Guatemala coincide con tendencias similares en Centroamérica. El Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales (CEPREDENAC) reportó que la región experimenta un cierre anticipado del invierno debido al aumento de las temperaturas oceánicas.
En El Salvador y Honduras, las lluvias también disminuirán progresivamente durante octubre. Costa Rica, en cambio, mantendrá lluvias moderadas hasta mediados de noviembre. Esta variabilidad complica la planificación agrícola y los sistemas de alerta temprana en toda la región.
Conclusión
El fin de la temporada de lluvias marca una etapa de transición clave para Guatemala. Aunque las precipitaciones comienzan a disminuir, los riesgos de deslizamientos, inundaciones y heladas aún están presentes. El país debe aprovechar esta fase para fortalecer su preparación ante emergencias, promover la educación ambiental y cuidar sus recursos naturales. El desafío ahora será mantener la vigilancia y la prevención activa ante un clima cada vez más cambiante.
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