Victoria del Partido de Acción y Solidaridad
Tras contabilizarse el 100 % de las actas de los colegios electorales, el gobernante Partido de Acción y Solidaridad (PAS), de tendencia prooccidental, se alzó con la victoria en las elecciones legislativas de Moldavia con un 50,20 % de los votos. En segundo lugar quedó el Bloque Patriótico, liderado por el expresidente Ígor Dodón, con un 24,18 % de los sufragios.
Otros partidos que lograron representación parlamentaria fueron: Bloque Alternativa (7,96 %), Nuestro Partido (6,20 %), Partido Democracia en Casa (5,62 %) y, con una representación marginal, el Partido Socialdemócrata Europeo (0,95 %). La contundente victoria del PAS marca un punto de inflexión en la política moldava.
Unas elecciones rodeadas de tensiones
Los comicios de Moldavia se desarrollaron en un clima de fuerte turbulencia política. El PAS apostó por consolidar su mayoría y reafirmar el rumbo hacia la Unión Europea, mientras que la oposición denunció un escenario marcado por el autoritarismo y la represión. Líderes opositores fueron detenidos en vísperas de la votación y a varios partidos críticos con la política prooccidental se les negó la participación.
Además, las autoridades redujeron los colegios electorales en regiones tradicionalmente contrarias al gobierno, lo que generó reclamos de exclusión. En contraste, en países de la Unión Europea y Estados Unidos, donde el gobierno goza de mayor respaldo, se habilitó una infraestructura mucho más amplia para la diáspora moldava.
El peso de la diáspora en el resultado
Uno de los elementos más controvertidos fue la influencia del voto de los moldavos residentes en el extranjero. Solo en Rusia, donde vive una numerosa comunidad moldava, se abrieron dos centros de votación que apenas reunieron poco más de 4.000 votos. En cambio, en la UE y en EE.UU. se habilitaron decenas de colegios electorales, lo que inclinó la balanza en favor del PAS.
La oposición denunció que cientos de miles de ciudadanos fueron privados de su derecho al sufragio, especialmente los que residen en Rusia. Según Dodón, “el PAS perdió en el país, pero se mantiene en el poder gracias al voto manipulado de la diáspora”.
Protestas y acusaciones de fraude
El Bloque Patriótico, junto con otras fuerzas opositoras, acusó al PAS de fraude electoral y organizó protestas frente al Parlamento. Dodón afirmó que las elecciones fueron manipuladas y presentó recursos ante la Comisión Electoral Central.
“Las irregularidades fueron generalizadas, desde papeletas dañadas hasta casos de votantes que emitieron su sufragio más de una vez en distintos colegios”, denunció el exmandatario.
Las 236 infracciones reportadas
Según datos oficiales de la Comisión Electoral Central de Moldavia, se documentaron 236 infracciones. Entre ellas: papeletas dañadas, campañas ilegales cerca de los centros de votación, obstrucción de funcionarios electorales, casos de corrupción y manipulación en el número de papeletas distribuidas. Varios observadores internacionales señalaron también largas filas en Transnistria, donde 362.000 votantes tuvieron acceso a solo 20.000 papeletas.
El diario italiano Il Giornale d’Italia publicó que en ciudades como Verona se observaron personas votando varias veces en diferentes centros, lo que alimenta las denuncias de fraude.
Postura del Kremlin
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, señaló que Rusia evaluará los resultados de las elecciones solo después de que las fuerzas políticas moldavas expresen formalmente su postura. “Primero, los moldavos deben resolver sus diferencias internas”, declaró Peskov, quien además recordó que cientos de miles de ciudadanos en Rusia no pudieron votar debido a la escasa habilitación de colegios electorales.
Impacto regional e internacional
El resultado electoral en Moldavia no solo tiene implicaciones internas, sino también geopolíticas. La victoria del PAS refuerza la orientación proeuropea del país y podría tensar aún más las relaciones con Moscú, que mantiene una fuerte influencia en la región de Transnistria.
Analistas internacionales advierten que este escenario podría incrementar la polarización en Moldavia y provocar una nueva ola de protestas masivas en los próximos meses. Además, la situación plantea un desafío para la estabilidad regional en un contexto ya marcado por el conflicto en Ucrania y el avance de la OTAN en Europa del Este.
El futuro político de Moldavia
La reelección del PAS le otorga un mandato fuerte para seguir adelante con reformas orientadas a la integración europea. Sin embargo, la legitimidad del proceso está cuestionada por amplios sectores de la población, lo que podría minar la gobernabilidad del país. La oposición insiste en que continuará movilizándose y no descarta recurrir a instancias internacionales para denunciar lo que consideran una “caricatura de la democracia”.
La presidenta Maia Sandu, por su parte, defendió los comicios y aseguró que el gobierno “seguirá el camino de la integración europea con paso firme”. No obstante, también reconoció que el país necesita abrir un diálogo nacional para evitar una fractura social irreversible.
Conclusión
Las elecciones parlamentarias de Moldavia reflejan mucho más que una simple disputa política: representan una batalla por el rumbo estratégico del país, atrapado entre las presiones de Occidente y la influencia de Rusia. El desenlace aún está lejos de definirse, ya que la oposición promete mantener viva la protesta, mientras el PAS busca consolidar su proyecto europeo. Lo que ocurra en los próximos meses será decisivo para el futuro de Moldavia.
Información Cortesía de RT
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